domingo, 16 de octubre de 2011

autoINFORMACION

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Ayer sábado se celebraron en casi mil ciudades de más de ochenta países las manifestaciones de personas de todo tipo y condición que perciben que este mundo, tal y como está hoy en día, no está nada bien organizado. El organizador que lo organice buen organizador será, pero por el momento los que lo tienen que solucionar o teóricamente pueden hacerlo, son los que han puesto esto en una situación de casi patas arriba. Ellos son el problema, no la solución. La evolución de la sociedad, antaño lenta y pausada, hogaño es rápida, despiadada y casi me atrevería a decir que sin control, o al menos con un control que se me escapa. Informaciones hay por ahí, como las relativas al club Bilderberg que dicen que estamos en manos de unos pocos que nos llevan y nos traen por donde quieren. Por la calle de la amargura diría yo, aunque justo es reconocer que hace algunos años, cuando gran parte hacíamos “ji jí, ja já” nadie hablaba de esto ni guardábamos para el invierno, como hacen las hormiguitas.

Sintiéndose uno más y no considerando situaciones personales, que las hay de todo tipo y para todos los gustos, los últimos años vivimos bajo la espada de Damocles esperando una solución que no llega y temiendo las medidas, que aparentemente sin ton ni son toman los gobiernos, o quienes les dirigen y mandan en la sombra.

Ayer no asistí a la manifestación que ponía de nuevo sobre el tapete lo que se ha venido en llamar el “movimiento de indignados” o “movimiento 15-M”. Opiniones hay para todos los gustos, y cada cual lleva el agua a su molino. Hay gente que no comulga con el movimiento porque en las manifestaciones externas del mismo se hace de todo: vandalismo, algaradas callejeras, ocupaciones de la vía pública, retenciones de políticos, y hasta ataques a la Iglesia católica. Todo lo que pasa, ocurre y acontece es “15-M”, etiqueta global que vale para todo. Por el contrario, también pudimos ver el vídeo en que los aparentemente miembros de la policía autónoma catalana, los mozos de escuadra, de paisano y con las caras cubiertas, reventaban una manifestación pacífica en Barcelona, teniendo que salir arropados por sus propios compañeros, estos sí, identificados con sus uniformes.

Como digo, ayer no asistí a la manifestación por motivos familiares. Esto lo manifiesto como explicación, nunca como justificación porque en alma y espíritu estaba con todos ellos, en una o en todas las ciudades donde se manifestaban. Lo bueno es que pude seguir la manifestación a través del teléfono móvil, bien “guasapeando” con amigos que estaban allí o siguiendo por “twiter” la multitud de mensajes, fotos y videos que permitían seguir casi en directo las manifestaciones, en todo el mundo, sin tener que recurrir a los medios convencionales, que esta vez sí se han hecho eco y no se han permitido casi ignorarlo como ocurrió el 15 de Mayo pasado.

Y la foto que ilustra esta entrada va de medios convencionales, de los diarios nacionales españoles y como han tratado la información de lo que aconteció ayer. He intentado reproducir, de forma proporcionada, el espacio que han dedicado cada uno a la portada. Lo he hecho a partir de datos en internet, por lo que no puede ser exacto, pero si sirve para ilustrar el tratamiento dado, en espacio y en titulares. No voy a hacer comentarios, que cada uno saque sus conclusiones. Solo preguntarme si algunas personas, quizá periodistas o directores, están contentos con el tratamiento dado. Gente tiene que haber para todo y todos tienen derecho a alimentar su espíritu con semejante no-información y bazofia.

Por lo que a mí respecta, el espíritu sigue y está más justificado que nunca. Otra cosa son las manifestaciones externas, las reales, y las provocadas por gente que tiene otros fines y que sirven de apoyo a oscuros intereses muy lejos del sentimiento generalizado de que algo, o todo, tiene que cambiar si nosotros y los que vengan detrás de nosotros queremos un futuro digno.

Por el momento, las encuestas sobre intención de voto en las próximas elecciones dentro de un mes auguran 300 diputados en el Congreso para PP y PSOE, PSOE y PP, tanto monta, monta tanto. Y no se dan por enterados, solo tímidos acercamientos de algunos, pero los que en los últimos treinta años han regido nuestros destinos, bien por iniciativa propia o bien dejándose presionar por Dios sabe quién o quienes, están dispuestos a seguir con más de lo mismo. Por ello mi opción es ir a votar, no votar en blanco ni nulo, y por tanto votar a otros, permitir que otros me engañen pero por lo menos tener la esperanza de que se den por enterados e intenten hacer las cosas de otra manera. A los que hay y a los que según todas las encuestas van a venir, ya se les ha visto el plumero.