sábado, 18 de mayo de 2013

CEPO


Cortita pero rotunda la palabrita. Sus acepciones son variadas pero en el fondo de todas ellas subyace el concepto de inmovilizar algo, persona, animal o cosa, de forma que no se pueda escapar y ni siquiera mover. En el diccionario oficial podemos encontrar hasta diez acepciones, siendo la cuarta la que nos interesa “Instrumento que sirve para inmovilizar automóviles aparcados en zona prohibida”.

Hace algunos años, estos instrumentos se hicieron muy populares entre la policía de tráfico, dado su reducido tamaño y peso y su alta efectividad en el bloqueo de vehículos, pues se colocan en un santiamén. Una de sus alternativas es la grúa, pero su utilización tiene una serie de requisitos que la hacen desaconsejable salvo en situaciones de fuerza mayor, porque uno de los principales problemas, una vez retirado el vehículo, es el depósito del mismo y todo el aparato administrativo que hay que montar alrededor para que el propietario pueda recuperar su coche tras abonar la tasa o tasas correspondientes.

Suerte o lo que sea, en una única ocasión en toda mi vida se me ha llevado el coche la grúa y tengo que decir en mi defensa que fue por un error combinado entre el guardia, las circunstancias y yo. Dentro de un tramo amplio de carga y descarga, que estaba completamente lleno de coches aparcados, habían reservado un espacio para una mudanza, con las correspondientes señales temporales que indicaban que en ese tramo no se podía aparcar al día siguiente. Dejé mi coche allí y fui a hacer una gestión en la que no tardé ni diez minutos. Cuando volví, una pareja de policías estaba gestionando el asunto y mi coche había desaparecido. Cuando les hice ver que mi vehículo estaba correctamente aparcado, pues la prohibición era para el día siguiente, me acompañaron a los extremos ampliados en que se indicaba que era una zona de carga y descarga. El policía comprendió el error a que se inducía con esa señalización y no supo responder a mi pregunta: ¿ Por qué si ya es una zona prohibida se ”reprohíbe” más? Por lo menos se apiadó de mí y me quitó la multa, pero lo de la grúa, que ya había retirado el coche, era harina de otro costal, no se podía hacer nada, debía ir a recoger mi coche a un depósito a.t.p.c. (lejos) de allí, pagar la tasa y luego reclamar a ver si había suerte, aunque ya me dijo que eran trámites muy largos y en el fondo de todo, la zona estaba realmente prohibida.

Desde ese día llevo en el coche una fotocopia del libro de familia. Las situaciones en el depósito de coches eran esperpénticas. El policía que atendía los pagos y gestiones estaba detrás de un bunker blindado como si le fueran a atracar. Luego comprendí que así se salvaba de la furia de los sufridos que íbamos a por nuestros autos. Lo de la fotocopia del libro de familia lo aprendí en carnes ajenas: un joven segoviano había venido a Madrid en el coche de su novia, que fue cazado por la grúa. Como estaba a nombre de la chica, la policía se negaba a entregárselo a él, pues no podía demostrar tener ningún tipo de relación con la propietaria, que tendría que venir en persona de Segovia a retirar el coche. Menos mal que no era australiana …

Ya he comentado varias veces en el blog temas de tráfico y de lo poco que por lo general se respetan las señales. Si se hubiera respetado la zona de carga y descarga del ejemplo comentado no habría caído yo en la trampa y podría decir que nunca se me ha llevado el coche la grúa. Todo el mundo encuentra su justificación para hacer lo que hace. En el caso del aparcamiento, pensamientos, frases o notitas del estilo de “vuelvo en cinco minutos”, “si molesta llamar al 666.666.666”, “estoy en una urgencia”, “dejando al niño en la guardería” ,“es un momentito”, “estoy en la panadería” u otras similares son frecuentes. Pero una de las cuestiones fundamentales esgrimidas cuando no se respeta la señal de prohibido aparcar es la auto justificación de que “no molesta”. Como no molesta ni interrumpe el tráfico, estoy en mi derecho de dejarlo aquí aunque exista señal que lo prohíba, es que ponen las señales por ponerlas, por fastidiar.

Para estos casos estaba más que indicado el cepo. Al no molestar y no interrumpir el tráfico no es necesario o urgente el retirarlo. Pero si hay una señal, que algunos respetan o respetamos, se debe de hacer cumplir para todos, por lo que lo menos que procede es la multa correspondiente, que no sé si ahora se pagan más o el elemento disuasorio que comentamos, el “cepo” que es muy visual y efectivo. Si cuando estamos buscando aparcamiento con nuestro coche vemos algunos vehículos “cepados”, ya tendremos mucho cuidado de aparcar en zona no permitida con el argumento de que no molesta.

El vehículo inmovilizado que puede verse en la fotografía está aparcado en una zona privada, concretamente el campus de una universidad. Es una zona de paso hacia el garaje subterráneo y está prohibido el aparcamiento. Si se fijan, en su parabrisas hay varias notas indicando que por favor retire el vehículo de esa zona, pero el propietario no debía de hacer caso, con lo que algún sesudo operario de mantenimiento fabricó el original cepo cuya parte delantera se aprecia en la fotografía, existiendo otra pieza similar en la trasera enlazadas por una cadena con candado en los bajos. Aunque la instalación es un poco lenta, su efectividad es máxima, en dos sentidos: para el que ha aparcado mal y para todos los que pasamos al lado que sabemos y aprendemos que en la zona hay cepo y se utiliza, para que se nos quiten las malas ideas de saltarnos las señales, aunque sea por “un momentito”.