domingo, 26 de febrero de 2017

DESVERGÜENZA



Es este un tema recurrente, pero cada vez que aparece en los medios de comunicación, en menos ocasiones y con menos intensidad de lo que debiera, se me sube la bilirrubina a límites preocupantes sin que pueda hacer nada por remediarlo. Hace unos días, el semanario económico «Cinco Días» publicaba una noticia sobre las famosas «Tarjetas BLACK» de los consejeros de CajaMadrid, Bankia o como se llame o llamaba, como complemento al juicio que se viene celebrando por el uso abusivo de fondos por parte de unas personas sin escrúpulos que parece que no tenían suficiente con los jugosos emolumentos y prebendas de las que disfrutaban y se daban a prácticas cuando menos moralmente reprobables gastándose los dineros sin tino en «actividades» que, según ellos, tenían que ver con actos de «representación institucional». Como dice un conocido anuncio de una gran superficie a la que por cierto no tengo ninguna simpatía… ¿pero es que se piensan de verdad que somos tontos?

No sé por cuanto tiempo estará disponible la noticia en este enlace al referido diario económico CINCO DÍAS. En la noticia venían detalladas las operaciones realizadas por estos consejeros, vocablo que según el diccionario incluye a machos y hembras, con importes superiores a DOS MIL euros: «Los consejeros y principales ejecutivos de Caja Madrid y Bankia realizaron un total de 562 cargos de una cuantía superior a 2.000 euros de sus tarjetas “black”. Unas operaciones que alcanzan la cifra de 2 millones de euros».

Los lectores que sigan regularmente este blog habrán podido percibir una cierta sensibilidad por mi parte sobre este asunto dado el haber dedicado veinte años de mi vida a laborar en esa empresa. Varios de los nombres implicados en la noticia fueron compañeros míos en el pasado e incluso alguno, alguna, llegó a mi departamento recién contratada por la empresa. ¡Hay que ver como progresa la gente! No tengo ninguna duda de su valía, pero a raíz de los comentarios que voy a manifestar a continuación, será en algunos aspectos profesionales, porque lo que es en otros más humanos o sociales no llegan ni a la altura de una suela fina de mocasín indio.

Ya en el propio artículo se mencionan ciertas argucias, «zorrerías», empleadas por los próceres: «En el caso de xxxx, han sido incluidos en el cuadro varios apuntes, que agrupan operaciones realizadas en el mismo establecimiento en el mismo día, por lo que han sido agrupados por días y sumadas las cantidades». Como no se admiten facturas superiores a 1.000€ euros, me hace todas las que sean necesarias por un importe de 999€ … jajaja.

Pero es que además de estos tejemanejes, hay apuntes que cantan la traviata ellos solitos. Voy a referirme a dos de los consejeros, sin mencionar los nombres, por aquello de no andar con faltas de respeto, faltas a la intimidad y zarandajas de esas, que bien que se cuidan de aplicar a los mortales pero que a su vez ellos se llaman andanas a la hora de aplicarse su propia medicina.

Una de las personas tiene retirados directamente en ventanilla importes de 8.000, 2.700 y 2.000 euros. ¿Ha ido Vd. A su banco y ha pretendido retirar por ventanilla 8.000€? Si no lo ha hecho y suponiendo que tenga ese dinero en su cuenta, acérquese a preguntar y verá lo que le dicen: cuando menos que vuelva Vd. mañana. Y si a Vd. Se le ocurre ir ocho veces a lo largo del día a retirar de 999€ en 999€ verá lo que ocurre. ¿Cómo le dieron en una sola operación de retirada de efectivo 8.000€ de una tacada? ¿Y en billetes de 500 para que le cupieran en el bolso o más pequeñitos? Y esta misma persona tiene compras por valor de 6.000€ y 3.000€ en una joyería. Qué casualidad, que importes más exactos, pero no seamos mal pensados, es que dada su categoría personal y como cliente le hacían un redondeo para dejar las cantidades más limpias, total unos cientos de euros arriba o abajo, da igual, si al fin y al cabo no es ni de mi bolsillo ni de mi cuenta. Y esta misma joyería parece que tenía un chollo con estas personas, pues son varias las que compraban en ella. Será que soy muy mal pensado, pero me huele mal, tanta fijación con las joyerías y la proliferación de los importes exactos.

La otra persona andaba más en asuntos de viajes y restaurantes. Sin entrar en detalles, en este caso me llaman la atención dos apuntes de comidas en restaurantes que importan exactamente 2.000€. Hay que comer mucho o invitar a muchas personas para alcanzar tamaño importe, exacto por lo demás. Cuando menos es extraño o muy rara esa exactitud en las facturas, máxime si añadimos también otras dos estancias en hoteles por valor de, cantidades exactas también, 4.000€ y 2.500€ así como dos viajes de 3.600 € o 3.200€- Cuando yo conocí a esta persona, no tenía la sensación de que fuera tan escrupulosa con las exactitudes, aunque a lo mejor lo que ocurre es que es muy magnánimo con las propinas y redondea a 100€ todo lo que puede para congraciarse con el personal que le atiende.

El informe no tiene desperdicio, como tampoco tengo ninguna duda que lo tendrá la sentencia cuando salga vaya Vd. a saber cuándo, que las cosas de palacio van despacio, pues algunos de los apuntes más antiguos en esta información se refieren al año 2003, más de catorce años. ¿No habrán prescrito estas «pequeñas» faltas?

Me equivocaba, pues en el momento de publicarse este post han visto la luz las condenas; uno de los personajes aludidos en esta entrada ha sido condenado a un año y seis meses, es decir, no tendrá que ingresar en prisión y podrá seguir disfrutando en casita, a la par que posiblemente riéndose de todos nosotros, inclusive aunque tanga que devolver el dinero, cuestión que me gustaría comprobar. El otro personaje ni siquiera aparece en la lista de juzgados y condenados. El que quiera entender que entienda. Eso sí, nuestros políticos se han llenado la boca de decir lo justa que es la Justicia en nuestro país y que es igual para todos los ciudadanos. ¡Miauuuuuuuuu!