domingo, 1 de agosto de 2021

OCURRENCIAS

Tratando de hacer memoria de los últimos cuarenta años, no recuerdo ninguna época en la que haya tenido que oír o leer en los medios de comunicación, los de ámbito nacional, más cantidad de noticias de los dirigentes ─ y dirigentas (no se me enfaden por seguir las reglas de la RAE) ─ de los diecisiete más dos reinos de taifas en los que tenemos dividida la marcha política de nuestra querida España. Desde hace más de un año y por mor de la pandemia y otras actividades, los dirigentes de nuestras Autonomías están en el candelero un día sí y otro también, hablando de todo lo que se les ocurre, les competa o no.

Ya lo he comentado con anterioridad y me sigue extrañando sobremanera que nadie cuestione la mera existencia de las Autonomías, tal y como están concebidas, porque más que mejorar la vida de los ciudadanos lo que hacen es complicársela y a un coste en euros bastante alto que se podría emplear en otras cuestiones mucho más necesarias. Por ejemplo, en sanidad.

Cuando las situaciones ponen a prueba los diferentes aspectos de nuestra vida diaria es cuando se puede constatar si están preparados o no. Teníamos una de las Bancas mejores del mundo a comienzos de siglo, pero cuando vino la crisis allá por 2007 ya vimos lo que pasó, constatamos lo que había en verdad y a lo que hemos llegado costándonos nuestros buenos dineros, esos que nos iban a devolver… La Sanidad, con mayúscula, una competencia cedida de forma completa a las Autonomías, era también de las mejorcitas comparativamente hablando con otros países de nuestro entorno y nivel. Ya vemos como está tras un año de pandemia. Y lo mejor es que no se pongan a prueba otras situaciones con inundaciones, incendios, Filomenas, etc. etc. para que no tengamos que constatar la bondad y preparación de nuestras estructuras.

Pero los dirigentes de esos Reinos de Taifas se lo bordan solos para llenar nuestra vida de ocurrencias, que en su segunda acepción en el diccionario de la RAE se define como «idea inesperada, pensamiento, dicho agudo u original que ocurre a la imaginación». Curiosa sintaxis y redacción que cuesta entender en lo de «ocurre a la imaginación».

He elegido varias «ocurrencias» que he visto esta semana y que a buen seguro a otras personas parecerán brillantes al mismo tiempo que a mí me parecen esperpénticas. Al fin y al cabo, la política lo que genera son sensaciones y esas pueden ser de cualquier color. Que el señor Guillermo Fernández Vara diga que «le horroriza pensar en la pandemia sin Estado Autonómico» es como, en mi opinión, para echarse a llorar. Parecería que ha sido ventajoso este tipo de organización desmembrada y descoordinada que lleva más de un año confundiendo a los españoles y tomando decisiones un día y la contraria al día siguiente. Hoy en día, si nos desplazamos a la comunidad de al lado, por ejemplo, de Madrid a Segovia, tendremos que enterarnos de cómo están las disposiciones, las limitaciones, los toques de queda de esa nueva comunidad a la que nos dirigimos cuando ni siquiera sabemos casi con certeza los de la nuestra. ¿Y qué es lo que ocurre? Pues que la gente… pasa, está hasta las narices de este tejemaneje de Gobierno, Autonomías, Judicatura y demás estamentos implicados, multiplicados por diecinueve o veinte si añadimos al propio Gobierno.

Como digo, a lo largo de este último año, especialmente, los dirigentes autonómicos, unos más y otros menos, han estado sembrados en sus comunicaciones. Por su cantidad en su función de adalid de la causa española y nacional, me viene a la mente la dirigente de la Comunidad de Madrid que incluso ha dispuesto unas elecciones para consolidarse en el puesto y seguir con sus ocurrencias. Podríamos poner miles de ejemplos, sin comentarlos, porque cada uno deducirá sus impresiones a partir de lo que oye o lee. Sirvan como muestra un par de ellos recientes, uno que parece propio de la Inquisición que ya se aboliera hace casi un par de siglos y otro de un corte filosófico que tumba de espaldas…

En fin, que ya hay incluso algunos titulares como el que sigue que inducen a ser malpensados en lo que será su contenido…

Cuando la realidad es…

No hay más comentarios. En lo que a mí respecta, seguiré soportando ─sufriendo─ las Autonomías, unos órganos que serían meramente consultivos de no haber dejado perder la capacidad del Estado en realizar las tareas. Cantabria, ustedes tienen un montante de tantos euros para carreteras este año,  decidan las actuaciones que quieren y yo, Gobierno, se las llevaré a cabo.

Y volviendo a la imagen inicial de esta entrada, en su texto final el dirigente hace alusión a «infraestructuras, agua energía, seguridad, defensa y acción exterior». Se me ocurre pensar ─ya sé que soy muy malpensado─ que tiene algo de envida de las embajadas montadas por alguna comunidad en otros países, por poner un ejemplo o de los trenes que llevan años llegando a unas comunidades mientras otras, como concretamente la de este dirigente, están esperando.