En esta aventura del blog, amén de decidir sobre que se va a escribir un poco, hay que decidir el título que se pone a la entrada. A medida que va creciendo el número de entradas escritas se van perfilando las manías. Una de ellas es la de escoger los títulos con una sola palabra que sea significativa. Emplear el término inglés “twice” que significa “dos veces” es cuando menos arriesgado.
El verdadero título sería algo así como “Pagar dos veces”. Es la sensación que tengo en general, por un par de casos que ahora comento, de que las empresas y organismos se las están apañando para que los consumidores abonemos más de una vez el mismo producto.
Como supongo que muchos padres, hace ya algunos años compré a mi primer hijo varias de las películas clásicas de dibujos animados en el formato que existía entonces, que no era otro que cinta de vídeo en formato VHS. A base de cumpleaños, Reyes Magos de Oriente y demás eventos llegó a tener una colección de ellas. Ahora que es mayor ya no las ve pero las ha heredado mi hija pequeña. Como los tiempos avanzan, el reproductor de vídeo de casa se ha roto y no parece hoy día una opción adecuada el comprar uno nuevo, cuando ya estamos casi acabando, eso dicen, el mundo del DVD. Pero claro, el no adquirir un reproductor de vídeo dejaría sin sentido la mencionada colección de películas que está disfrutando mi hija. Junto con esto y por cuestiones de espacio y almacenaje en las casas, una buena idea sería sustituir todos esos vídeos por las versiones modernas en DVD. Ganaríamos en calidad de visionado y en espacio físico de almacenaje.
Lo ideal sería ir a la tienda con la película en video, por la que ya pagamos en su día, y entregarla a cambio de la nueva en DVD pagando una diferencia por el cambio de soporte y la posible actualización que la hayan hecho, esas cosas de remasterizado o mejora del sonido que dicen y que desde luego se nota. Pero esto no funciona así, si quieres el DVD de la misma película lo tienes que pagar completo y el antiguo vídeo o lo tiras directamente a la basura o buscas algún sitio donde todavía las mantengan tipo biblioteca o guardería para regalársela.
Resumiendo, no parece muy de recibo y justicia que haya que pagar de nuevo todo cuando ya lo pagamos en su día, cuestión que supondría una buena cantidad de euros si lo queremos hacer con todas las películas, que son unas cuantas. Además, según se oye la era del DVD se ha acabado y es cuestión de poco tiempo pasar a otra, no sabemos cual, donde nos volverán a vender, o intentar vender, en otro soporte, lo mismo que ya hemos pagado anteriormente. Yo creo que por estas cuestiones, la gente se busca la vida y utiliza opciones intermedias con un cierto autoconvencimiento de no estar haciendo las cosas mal. Esas opciones intermedias tienen variopintos nombres tales como “emule”, “lphant” o “dvdfaber” por ejemplo.
En este caso anterior hay un soporte. Pero el otro caso ni siquiera existe. Hace más de un lustro compré mi primer antivirus, concretamente ese de nombre de osito cariñoso, de manufactura española. Lo pagué vía internet, lo bajé a mi ordenador, lo instalé y a funcionar. Año tras año he ido renovando la suscripción para tener acceso a las nuevas versiones del antivirus y las actualizaciones diarias que son necesarias para mantener un nivel adecuado de seguridad en nuestro ordenador.
Dentro de un mes finaliza mi suscripción y debo renovar la misma, por uno, dos o tres años. En ocasiones anteriores me mandaban un correo electrónico haciéndome una oferta de renovación para pasar a la nueva versión, una nueva por año, más o menos aceptable según los años, que he ido atendiendo puntualmente. Este año todavía nada, con lo que he intentado la renovación vía internet llevándome la sorpresa de que me cuesta exactamente lo mismo que si compro el producto nuevo o que si me dirijo a una tienda y lo adquiero. Como me resulta extraño, hace quince días les he dirigido dos veces correos electrónicos a su servicio de renovaciones y de atención al cliente de los que no he recibido, hasta ahora, respuesta alguna.
Supongo el código de la nueva versión no es totalmente nuevo al 100% sino que se estará utilizando el código que se ha ido generando año tras año. Parte de este código, el relativo a las versiones de años anteriores ya lo he pagado, con lo que no me parece de recibo el pagarlo de nuevo. Y ahora no me pueden decir, como en las casettes o los DVD’s que lo que estoy pagando es el soporte, aquí no hay soporte, aquí todo es vía descarga de internet a mi disco duro propio.
En suma, que nos quieren hacer pagar por lo mismo dos o más veces.