sábado, 31 de diciembre de 2011

eCOMERCIO


Las ventas por correo no han tenido un gran desarrollo en España aunque he de reconocer que es una afirmación que hago desde la ignorancia, al no disponer de datos fehacientes que la avalen. Los catálogos que recibíamos por correo, las posibles formas de solicitar los artículos por teléfono o carta y la única posibilidad de envío a través de los servicios de Correos frenaban el ímpetu de los consumidores por hacerse con productos vistos a través de las frías páginas de un folleto cada cierto tiempo.

Internet está cambiando muchas formas de ver las cosas y esto de la “tele-compra” no podía quedar atrás. Otras cuestiones paralelas se han desarrollado sobremanera, como el envío por servicios alternativos a Correos, como los de mensajería que han alcanzado un nivel de desarrollo importante, tanto en eficacia como en celeridad, además de permitirte el saber minuto a minuto donde se encuentra tu paquete. El artículo del diario ABC que ilustra esta entrada muestra que la compra por internet es un hecho para cada vez un mayor número de españoles. En otros países, donde la venta por catálogo estaba más desarrollada debido fundamentalmente a buenas prácticas, la venta por internet tenía la autopista creada y los mimbres preparados para explosionar.

Catálogo más dinámico y excitante que una página de internet es difícil de crear: texto enriquecido, enlaces, imágenes, sonido, movimiento y una inmediatez que llega a cualquier rincón del mundo son ingredientes que permiten cocinar un plato apetecible para cualquiera. Solo falta que las empresas que están detrás de estas páginas dispongan de una buena logística, un buen soporte informático y técnico, una buena pasarela de pago y lo que es muy importante y no debemos de olvidar, un buen servicio post-venta, que las cosas pueden llegar rotas o estropearse.

Y es que comprar un artículo en una tienda física no es sinónimo de un buen servicio posterior, que recordemos debe dar la empresa que fabricó el artículo y no el que la vende. Para muestra vale un botón y ya en la entrada de este blog titulada PAPYRE  contaba mis peripecias, no muy agradables, sufridas con una empresa, española, por mor de la garantía de un aparato comprado en una tienda física. El departamento técnico está en Granada y allí hay que mandar por mensajero el paquete con el aparato, con lo que a efectos de garantías lo mismo me daba haber comprado vía internet.

Yo soy de los que compran a través de internet porque me parece un método rápido, cómodo y eficaz, siempre que la empresa que esté al otro lado merezca mi confianza. Y hay algunas que la merecen mucho, como por ejemplo AMAZON, a la que no me canso de hacer publicidad por las buenas maneras que ha tenido conmigo, mucho más allá de lo exigible por mi parte y que han sido comentadas también en este blog, en las entradas  EFI....QUÉ? AMAZON y KINDLE. Ahora en España pero antes desde EE.UU. su funcionamiento es modélico y es un referente donde se deben fijar quienes quieran saber cómo hacer las cosas bien. El último KINDLE comprado en EE.UU. para un amigo fue solicitado por mí un martes a las 19:00 horas y el jueves de esa misma semana, dos días después, a las 14:00 estaba en manos de su destinatario, ambas horas peninsulares. Enviado desde América …. ¿Se puede pedir más eficacia?. Además de un precio imbatible.

Hay otras empresas en las que he comprado electrónicamente y han merecido mi confianza, como algunas de programas de software, El Corte Inglés, Deal Extreme, PCCOMPONENTES, LEQTOR, diversas páginas de venta de entradas para espectáculos y algunas bajo el paraguas de eBAY, pero también ha habido otras en que he salido un poco escaldado. Mencionar en esta parte negativa PIXMANÍA, con un servicio post-venta de garantía especialmente desastroso en el que tuve que enviar a mi cargo en dos ocasiones el artículo a Barcelona sin obtener satisfacción, y otra que uso solo en casos desesperados, IBERLIBRO, por su excesiva tardanza en remitir los artículos. El último libro usado, comprado y pagado en el momento de la compra y solicitud, llegó a mi poder más de dos semanas después, enviado desde una librería de Valladolid y su demora no fue debida a los servicios de Correos, medio utilizado y solicitado por mí para el envío, que me resulta más cómodo al no tener que estar en mi domicilio y sufrir la búsqueda y captura por parte del empleado de mensajería intentando entregar su paquete.

Otro ejemplo. A raíz de los miedos que me asaltaron con el tema de las copias de seguridad de mis datos informáticos y que reflejé en la entrada RESPALDO de la semana pasada, me lancé al “mira y compara” de un disco duro. Tras mirar por aquí y por allá y buscando solo el precio porque tenía una idea muy clara de cuál quería, me decidí por AMAZON y lo mismo, enviado desde Francia en menos de dos días laborables tenía el paquete en mis manos y estaba sacando el respaldo de mis datos.

Una cuestión muy importante que debemos de tener en cuenta y que quizá es lo que más frene este tipo de comercio es el tema del pago. Somos reticentes a dar nuestras tarjetas de crédito en internet y ello es lógico y comprensible por la gran cantidad de timos y problemas que podemos tener si no extremamos el cuidado y seguimos unas reglas básicas. Desde mi punto de vista, siempre que nos sea posible lo mejor es utilizar PAYPAL, un sistema contrastado y fiable de pago. Otro sistema que yo utilizo es el de disponer de VISA’ s virtuales facilitadas por mi banco a través de internet, en el que la tarjeta física no existe y se encuentra permanentemente a cero, sin saldo, y que solo cargo con los euros correspondientes en el preciso momento en que voy a efectuar la compra.

Aquel viejo anuncio de televisión del “mire, compare y luego compre” tiene especial significado hoy en día. Numerosos portales nos brindan información, muy detallada, de los productos e incluso nos indican donde adquirirlos y sus precios. Jamás lo hemos tenido tan fácil si sabemos aprovecharlo y movernos con cuidado. ¿Qué nos impide hoy en día comprar un producto que fabrican y venden solo en Australia? ¿Qué le impide a un autor español vender su libro, digital por supuesto, a un residente en la Patagonia o en un bosque perdido de Canadá? E incluso productos que no caduquen en breve, como naranjas de Valencia o chorizos de La Alberca son factibles de tener en nuestra puerta a golpe de ratón, con unos precios redondos y una calidad insuperable.

sábado, 24 de diciembre de 2011

RESPALDO

Por mucho que pensemos que tenemos las cosas claras, un suceso inesperado puede poner nuestros esquemas “patas arriba” como se dice vulgarmente. Quienes hayan seguido las notas que van engrosando este blog de forma semanal, habrán notado una cierta debilidad por los temas informáticos, derivada seguramente de mi profesión, una de mis profesiones, pero mucho más de mi afición por los ordenadores y el mundillo que los rodea. Hay alguna entrada anterior pero solo voy a indicar una que guarda algo de relación con lo que me propongo comentar en estas líneas. Es la entrada titulada CONTRASEÑAS.

Hay que buscar en la tercera acepción del diccionario para encontrar el significado del término “respaldo” y aun así no queda claro para mi propósito: “apoyo, protección, garantía”. Si me hubiera dado por titular esta entrada como “backup” quizá hubiera añadido un poco más de especificidad al asunto, pero solo para algunos, aunque la palabreja circula con frecuencia. “Backup” significa, curiosamente, “apoyo” o “respaldo” pero si se aplica a términos de informática, su significado es claro y determinante: copia de seguridad.

Ya hay días para celebrar casi todo. El pasado 30 de noviembre se celebró el “Día Internacional de la Seguridad de la Información”, ahí es nada, como digo, hay días para todos los gustos. Con ese motivo, la Guardia Civil, que también se ocupa de estos asuntos, colgó en su página web una serie de CONSEJOS,  elementales pero muy atinados, que deberíamos seguir los ciudadanos que trasteamos con la tecnología de los ordenadores en aras de la seguridad. Como es posible que con el tiempo el enlace desaparezca, reproduzco el que me interesa: “Realiza copias de seguridad o Backups periódicos de tu sistema y crea puntos de restauración al objeto de no perder información por incidentes de seguridad”.

Yo lo vengo haciendo con regularidad y creía que ese específico asunto lo tenía cubierto, aunque desde que no acudo diariamente a una oficina me había relajado en un aspecto que luego revelaré. El caso es que esta semana me he encontrado con un amigo que me ha referido lo que le ocurrió en su domicilio y su relato ha disparado todas mis alarmas.

Desde hace años, mi acervo informático ha ido incrementándose exponencialmente. Mi escáner echa humo y el espacio ocupado en discos duros no para de crecer. Documentos, trabajos, fotografías, estos escritos…. un sinfín de ficheros y contenidos que son para mí un valioso tesoro que persona alguna me podría reponer, al menos de forma completa, si lo perdiera. Y hay muchas formas de perderlo. Mi amigo me abrió los ojos al referirme como ha perdido el suyo hace unos días.

Estando de fin de semana, unos amigos de lo ajeno entraron en su casa forzando una ventana y abriendo tranquilamente desde dentro la puerta blindada con las llaves de repuesto que muchos tenemos cerca de la misma, más o menos visiblemente colgadas en algún llavero detrás de un cuadro. No le pudieron robar mucho, porque poco tenía, un poco de dinero y unas “joyinas” de su mujer, más recuerdos emocionales que de valor monetario. Por supuesto le destrozaron todo lo destrozable, le esparcieron por el suelo todo lo esparcible y le dejaron la casa en un estado lamentable. Su seguro ha calculado los destrozos en euros pero no puede calcular el valor sentimental de algunas cosas que ni con dinero se pueden volver a comprar. Lamentable la proliferación de estos actos de pillaje y saqueo a los que nos vemos expuestos los ciudadanos y que. en mi opinión, no son reprendidos con suficiente dureza por las fuerzas de seguridad y la justicia.

Como digo se llevaron poco, pero lo que sí que se llevaron fueron sus dos ordenadores, el fijo y el portátil. Y justo encima del fijo, en un cajón de la mesa, mi amigo tenía un disco duro externo con los respaldos de todos sus ficheros, donde sacaba copia semanalmente de sus datos. A poco que seamos perspicaces y deduzcamos un pelín, mi amigo se ha quedado sin nada, ha perdido todos sus datos. Es un gran aficionado a la naturaleza y estaba preparando desde hace años un libro sobre setas. Conociéndole estoy seguro que tendría miles y miles de notas y de fotografías que han desaparecido. Queda la posibilidad de que la policía encuentra a los facinerosos y pudiera recuperar sus datos, pero es más que remota esa posibilidad.

Pero ahí no ha acabado la cosa. Estos “pájaros” han utilizado su correo electrónico, bien es verdad que para mandar virus a sus contactos y para otras posibilidades que no voy a mencionar aquí. Cada cual que se revise las suyas, por ejemplo, si tenemos por comodidad recordadas las contraseñas de acceso a páginas web delicadas o no. Mi amigo ha ido cambiando las que recordaba, insisto en lo de las que recordaba, porque eran iguales en muchos sitios, ha anulado sus tarjetas bancarias y sus claves de acceso a estas entidades. Ponga Vd. mismo el etc. etc. de este caso haciendo una pormenorizada auto revisión de como de alborotado tiene su cotarro informático.

Aunque mi amigo no hubiera sufrido la visita de los indeseables, otros sucesos podrían haber provocado el mismo resultado en este aspecto. Un incendio o un escape de agua podrían haber dañado los equipos y los discos de respaldo que estaban justo encima o al lado. Seguro que se nos pueden ocurrir otros casos. Y es que además no está solo la posibilidad de perder los datos sino en otro aspecto que seguramente Vd. habrá deducido: que se los lleven. Hace poco una amiga que venía a jugar con mi hija me sustrajo la tarjeta que gobernaba la “Wii”. Si no lo tenemos muy escondido, un amigo que no sería tan amigo o la señora que viene a limpiar podrían haber sustraído a mi amigo su copia de seguridad. No es lo mismo que perderlo pero el contenido sensible podría caer en manos indebidas. Y esto enlaza con otro tema: el de cifrar los datos.

Los equipos que yo tengo en casa, un fijo y dos portátiles, tienen todos su datos cifrados y tienen activo el control de usuarios en sus arranques. Eso nos obliga a teclear la contraseña de acceso cada vez y a continuación teclear otra contraseña para tener acceso a los datos cifrados. Las contraseñas recordadas en la web quedan fuera de esto así que es un tema que no utilizo a pesar del inconveniente de teclearlas cada vez y eso que no son iguales en ninguno de los sitios y tengo más de doscientas. Los cacos podrían ser unos expertos en informática y saltarse estas contraseñas, aunque en el caso de la segunda lo dudo, la inicial de Windows es más fácil, pero no dejan de ser unas trampitas para que se ganen el sueldo. A resultas de esto, las copias de seguridad están también cifradas, por lo que por ese lado tranquilo si se llevan solo una de las dos cosas: ordenador o disco duro de respaldo.

Pero lo que encendió mis alarmas a resultas de la conversación de amigo era una cosa que hacía antiguamente y que por mor de no acudir a una oficina, había dejado de hacer y no es otra cosa que tener la copia de seguridad en una ubicación diferente. Antes la dejaba en la oficina. Ni que decir tiene que me faltó tiempo para llegar a casa, coger la copia de seguridad y llevarla a otro sitio, fuera de mi edificio. Por si acaso. Y con toda tranquilidad al estar cifrada.

Hay infinidad de programas para hacerlo, pero para facilitar pistas a los más interesados, las contraseñas las manejo con el formidable programa gratuito KEEPASS, el cifrado de los datos con el todavía más formidable programa gratuito TRUECRYPT y la gestión de las copias de seguridad, un tema pendiente y que no tengo muy bien solucionado con el programa no gratuito pero que pago con gusto VICEVERSA..

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sábado, 10 de diciembre de 2011

PRODIGALIDAD



La entrada titulada "TREINTA" escrita hace unos años en este blog acabó en los mismos términos en que va a acabar esta. Aquella se refería, entre otras cosas y sucedidos, a un libro de un autor no español mientras que esta va de uno de los mejores manejadores del castellano que he tenido la oportunidad de leer. No es otro que Miguel Delibes, uno de los españoles universales que no recibió ese premio sueco que sin duda merecía, cuestión que él tuvo siempre muy en segundo plano. Solo confesó haber recibido con agrado el primero de los muchos premios que tuvo, el Nadal, en 1948 por su libro "La Sombra del Ciprés es alargada", y fue porque le sirvió para encontrar su vocación de escritor y dedicarse a ella. Porque Miguel estudió comercio y derecho y solo de forma casual y a sus veintiún años entró a formar parte del equipo del diario “Norte de Castilla” como caricaturista. Cinco años después tuvo la fortuna de cambiar a periodista y ahí desarrolló su talento durante muchos años. Eran años donde era difícil expresar ciertas ideas debido al poder político reinante, pero se las ingenió de mil formas para llevarlas a sus lectores, tanto en el periódico como en sus libros.

Mi inclusión reciente en un club de lectura me ha forzado a releer “El Hereje”, la última novela, la única de corte histórico, publicada en 1998, poco antes de que una enfermedad “matara” al Delibes escritor, pues aunque le permitió seguir con vida hasta el 12 de marzo de 2010, no podía desarrollar lo que al le gustaba, que no era otra cosa que escribir. Yo había leído las andanzas de Cipriano Salcedo en 2005, y aunque las recordaba vagamente, he tenido sumo placer en reencontrarme con este y los demás personajes. Y además esta vez con tecnología añadida, ya que la lectura ha sido en un lector electrónico en el que se encuentra cargado y disponible el diccionario de la lengua, instrumento que me ha sido muy útil para buscar el significado de algunos, muchos, términos empleados con precisión por el maestro y que siempre es conveniente refrescar, cuando no simplemente saber de qué se trata. Con solo posicionar el cursor de mi “kindle” en un determinado vocablo, saltaba de forma automática el diccionario informando con precisión del significado. Bien es verdad que algunos términos no se encuentran en el diccionario oficial y he tenido que localizarlos de otra manera, pero la experiencia ha sido tremendamente grata y enriquecedora. Se puede ver un vídeo demostrativo casero en este enlace.

No es cuestión comentar aquí ningún aspecto del libro, cosa que haré someramente en el blog de “A leer que son dos días”. Si decir que de los muchos libros leídos de este autor, no es este el que elegiría si me viera en la tesitura de llevarme uno solo a una isla desierta. Por el momento me quedo con "Las Ratas". Y para ser fiel a lo mencionado en el comienzo de esta entrada, transcribo a continuación los ciento cuarenta y un vocablos que han suscitado mi atención, bien porque no los conocía bien porque me ha apetecido refrescarlos, acompañados de su significado, a modo de diccionario particular para quienes gusten de leer esta obra y no dispongan de un lector electrónico ni de un diccionario al lado.


acémilas
Mula o macho de carga, persona ruda, Cierto tributo que se pagaba antiguamente.
acerolos
Árbol de la familia de las Rosáceas
acezar
jadear. Sentir anhelo, deseo vehemente o codicia de algo.
acial
Instrumento con que oprimiendo un labio, la parte superior del hocico, o una oreja de las bestias, se las hace estar quietas mientras las hierran, curan o esquilan. Látigo que se usa para estimular el trote de las bestias.
acrimonia
Agudeza del dolor. Aspereza de las cosas, especialmente al gusto o al olfato. Aspereza o desabrimiento en el carácter o en el trato.
agraz
Dicho de la uva, y, por ext., de otros frutos: Sin madurar. Desagradable, molesto. Amargura, sinsabor, disgusto.
ahíto
Que padece alguna indigestión o empacho. Saciado, harto. Cansado o fastidiado de alguien o algo. Quieto, permanente en su lugar.
alabarderos
Soldado armado de alabarda. Soldado del cuerpo especial de infantería,
alamares
Presilla y botón, u ojal sobrepuesto, que se cose, por lo común, a la orilla del vestido o capa, y sirve para abotonarse, o meramente para gala y adorno o para ambos fines.
albacea
Persona encargada por el testador o por el juez de cumplir la última voluntad del finado, custodiando sus bienes y dándoles el destino que corresponde según la herencia.
albazano
Dicho por lo común de un caballo o de una yegua: De color castaño oscuro.
alfoz
Arrabal, término o pago de algún distrito, o que depende de él. Conjunto de diferentes pueblos que dependen de otro principal y están sujetos a una misma ordenación.
alhovas
**** Planta medicinal
almadiamiento
Mareo
andana
Orden de algunas cosas puestas en línea "Llamarse andana"Desentenderse de lo que es o podría ser un compromiso.
anjeo
Especie de lienzo basto.
anuencia
Consentimiento
apersogar
Atar un animal a un poste o a otro animal, para que no huya. Atar cosas juntas.
ardentía
Ardor, Encendimiento, enardecimiento de los afectos y pasiones. Viveza, ansia, anhelo.
arrobo
Éxtasis
atezado
Poner liso, terso o lustroso. Ennegrecer.
atrabiliario
De genio destemplado y violento.
bacillar
Parral, conjunto de parras sostenidas con una armazón. Viña nueva.
bardo
Barro, fango. Vallado de leña, cañas o espinos. Vivar de conejos, especialmente el que tiene varias bocas y está cubierto de maleza.
barzoneando
Andar vago y sin destino.
batudas
Serie de saltos que dan los gimnastas por el trampolín unos tras otros.
becada
Ave limícola del tamaño de una perdiz, de pico largo, recto y delgado, cabeza comprimida y plumaje pardo rojizo con manchas negras
boquifresco
Dicho de una caballería: Que tiene la boca muy salivosa, y por eso se le mantiene siempre fresca y es dócil y obediente al freno. Dicho de una persona: Que con serenidad y sin reparo dice verdades desagradables.
bruzas
boca abajo
burrajo
Estiércol seco de las caballerizas, usado en algunas partes como combustible.
cachucha
Especie de gorra. Bote o lancha pequeña.
capuz
Vestidura larga y holgada, con capucha y una cola que arrastraba, que se ponía encima de la ropa, y servía en los lutos.Cierta capa o capote que antiguamente se usaba por gala.
celaje
Aspecto que presenta el cielo cuando hay nubes tenues y de varios matices. Claraboya o ventana. Conjunto de nubes.
cembo
Cada uno de los caballones que hay a los bordes de un río, arroyo, canal o acequia, así como los de los senderos y caminos.
cenáculos
Reunión poco numerosa de personas que profesan las mismas ideas, y más comúnmente de literatos y artistas.
chiche
Juguete, objeto con que se entretienen los niños
chiscón
Tabuco, Aposento pequeño. Habitación estrecha.
cija
Cuadra para encerrar el ganado lanar durante el mal tiempo. Pajar.
cimbreña
Dicho de una persona: Delgada y que mueve el talle con soltura y facilidad.
cogitabundo
Muy pensativo.
conspicua
Ilustre, visible, sobresaliente.
coreché 
**** Voz onomatopéyica del canto de la perdiz.
coroza
Cono alargado de papel engrudado que como señal afrentosa se ponía en la cabeza de ciertos condenados, y llevaba pintadas figuras alusivas al delito o a su castigo.
ejarbe
Aumento de agua que reciben los ríos a causa de las grandes lluvias.
empecatado
De extremada travesura, de mala intención, incorregible. Dicho de una persona: A quien le salen mal las cosas, como si estuviera dejada de la mano de Dios.
encalabrinar
Enamorarse perdidamente. Obstinarse, empeñarse en algo sin darse a razones.Causar turbación en una persona o en su cabeza. Hacer concebir a alguien falsas esperanzas. Excitar, irritar.
endechaderas
Plañidera, Llorosa y lastimera. Mujer llamada y pagada que iba a llorar a los entierros.
enfaldo
Falda o cualquier ropa talar recogida o enfaldada. Seno o cavidad que hacen las ropas enfaldadas para llevar algunas cosas.
enteco
Enfermizo, débil, flaco.
entrizár
Apretar, estrechar, meter en un sitio estrecho.
escañil
Escaño pequeño. Escaño: Banco con respaldo en el que pueden sentarse tres o más personas.
escotoma
Zona circunscrita de pérdida de visión, debida generalmente a una lesión en la retina.
escrófulas
Tumefacción fría de los ganglios linfáticos, principalmente cervicales, por lo común acompañada de un estado de debilidad general que predispone a las enfermedades infecciosas y sobre todo a la tuberculosis.
facundia
Afluencia, facilidad en el hablar.
fanal
Farol grande que se coloca en las torres de los puertos para que su luz sirva de señal nocturna. Campana transparente, por lo común de cristal, que sirve para que el aire no apague la luz puesta dentro de ella o para atenuar y matizar el resplandor.
fatuidad
Falta de razón o de entendimiento. Dicho o hecho necio. Presunción, vanidad infundada y ridícula.
filonio
Electuario compuesto de miel, opio y otros ingredientes calmantes y aromáticos.
frazadas
Manta peluda que se echa sobre la cama.
fruitivo
Propio para causar placer con su posesión.
fútil
De poco aprecio o importancia.
gayola
Especie de choza sobre palos o árboles, para los guardas de viñas.
gocho
Cerdo, puerco.(animal)
gorjal
Parte de la vestidura del sacerdote, que circunda y rodea el cuello.Pieza de la armadura antigua, que se ajustaba al cuello para su defensa. En algunas razas lanares, repliegue cutáneo en la terminación del cuello, si se prolonga hasta los pechos.
guadamecíes
Cuero adobado y adornado con dibujos de pintura o relieve.
hazas
Porción de tierra labrantía o de sembradura.
herrada
Cubo de madera, con grandes aros de hierro o de latón, y más ancho por la base que por la boca.
hierático
Dicho de un estilo o de un ademán: Que tiene o afecta solemnidad extrema, aunque sea en cosas no sagradas
hocino
Instrumento corvo de hierro acerado, con mango, que se usa para cortar leña. Instrumento que usan los hortelanos para trasplantar. También Terreno que dejan las quebradas o angosturas de las montañas cerca de los ríos o arroyos. Huertecillos que se forman en dichos parajes. Angostura de los ríos cuando se estrechan entre dos montañas.
holandas
Lienzo muy fino de que se hacen camisas, sábanas y otras cosas.
homilías
Razonamiento o plática que se hace para explicar al pueblo las materias de religión.
huesa
Hoyo para enterrar un cadáver.
inane
Vano, fútil, inútil.
jofaina
Vasija en forma de taza, de gran diámetro y poca profundidad, que sirve principalmente para lavarse la cara y las manos.
julepe
Poción de aguas destiladas, jarabes y otras materias medicinales.Juego de naipes. Esfuerzo o trabajo excesivo de alguien. Desgaste o uso excesivo de algo.Golpe, tunda, paliza.
Reprimenda, castigo. Desorden, problema, fastidio.
lábil
Que resbala o se desliza fácilmente. Frágil, caduco, débil. Poco estable, poco firme en sus resoluciones. Quím. Dicho de un compuesto: Inestable, que se transforma fácilmente en otro.
labrantines
Labrador de poco caudal.
landres
Tumefacción inflamatoria, del tamaño de una bellota, de un ganglio linfático, generalmente del cuello, axilas e ingles. Bolsa escondida que se hacía en la capa o vestido para llevar oculto el dinero. Peste bubónica.
laya
Calidad, especie, clase. También Instrumento de hierro con cabo de madera, que sirve para labrar la tierra y revolverla.
lazareto
Establecimiento sanitario para aislar a los infectados o sospechosos de enfermedades contagiosas. Hospital de leprosos.
loba
Sotana. También mujer sensualmente atractiva. Hembra del lobo.
lubricán
Crepúsculo, Claridad que hay desde que raya el día hasta que sale el Sol, y desde que este se pone hasta que es de noche.
maceros
Hombre que lleva la maza delante de los cuerpos o personas autorizadas que usan esta señal de dignidad.
majanos
Montón de cantos sueltos que se forma en las tierras de labor o en las encrucijadas y división de términos.
majuelos
Correa de los zapatos. Espino de hojas cuneiformes, dentadas y divididas en tres o cinco segmentos, flores blancas en corimbo y muy olorosas, pedúnculos vellosos y lo mismo las hojillas del cáliz, fruto rojo, dulce y de un solo huesecillo redondeado.
medroso
Temeroso, pusilánime, que de cualquier cosa tiene miedo. Que infunde o causa miedo.
mialmas
Para mostrar agrado y satisfacción.
nicodemismo
**** WIKIPEDIA: El término fue acuñado por Calvino, quien lo utilizó para designar a los protestantes que, para evitar la persecución religiosa, aparentaban un estricto catolicismo público
núbil
Dicho de una persona y más propiamente de una mujer: Que está en edad de contraer matrimonio.
opiladas
Obstruir, cerrar el paso. Dicho de la hembra: Dejar de tener el flujo menstrual. Dicho del estómago: Llenarse de agua.
peculio
Dinero que particularmente tiene cada uno. Hacienda o caudal que el padre o señor permitía al hijo o siervo para su uso y comercio.
pegujaleros
Labrador que tiene poca siembra o labor. Ganadero que tiene poco ganado.
pericón
Dicho de un caballo o de una mula: Que sirve para cualquier puesto de tiro. Abanico de gran tamaño usado antiguamente por las mujeres.
perjurio
Juramento en falso. Quebrantamiento de la fe jurada.
perlesía
Privación o disminución del movimiento de partes del cuerpo. Debilidad muscular producida por la mucha edad o por otras causas, y acompañada de temblor.
perulero
Natural del Perú. Persona que ha ido desde el Perú a España, y especialmente la adinerada. También, Vasija de barro, angosta de suelo, ancha de barriga y estrecha de boca.
pífanos
Flautín de tono muy agudo, usado en las bandas militares. Persona que toca este instrumento.
pigre
Tardo, negligente, desidioso.
pinjante
Dicho de una joya o pieza de oro, plata u otra materia: Que se lleva colgada a modo de adorno. 
pitañosos
Legañosos. LEGAÑA: Humor procedente de la mucosa y glándulas de los párpados, cuajado en el borde de estos o en los ángulos de la abertura ocular.
plétora
Gran abundancia de algo. Exceso de sangre o de otros líquidos orgánicos en el cuerpo o en una parte de él.
presea
Alhaja, joya, tela, etc., preciosas. Medalla que se otorga al ganador de una competición. Antiguamente, Mueble o utensilio que sirve para el uso y comodidad de las casas.
preterición
Figura que consiste en aparentar que se quiere omitir o pasar por alto aquello mismo que se dice. Omisión, en la institución de herederos, de uno que ha de suceder forzosamente, según la ley.
probo
Honrado
pugnaz
Belicoso, guerrero.
rebociños
Mantilla o toca corta usada por las mujeres para rebozarse. Toca de lienzo blanco, comúnmente muy sutil, ceñida a la cabeza y al rostro de las mujeres, que unas veces caía sobre el cuello y los hombros y otras sobre el cuello y el pecho.
reconcomio
Impaciencia o agitación por una picazón o por una molestia análoga. Impaciencia o agitación por una molestia o ansiedad moral. Prurito o deseo persistente.
relapso
Que reincide en un pecado del que ya había hecho penitencia, o en una herejía de la que había abjurado.
relejes
Rodada o carrilada. Sarro que se cría en los labios o en la boca. Faja estrecha y brillante que dejan los afiladores a lo largo del corte de las navajas. Distancia entre la parte superior de un paramento en talud y la vertical que pasa por su pie. Resalte que por la parte interior suelen tener algunas piezas de artillería en la recámara, estrechándola para que la parte donde está la pólvora sea más estrecha que lo restante del cañón.
reteso
Acción y efecto de retesar. Teso pequeño, ligera elevación del terreno. Plenitud de la teta llena de leche.
rijosidad
Lujurioso, sensual. Pronto, dispuesto para reñir o contender. Inquieto y alborotado a vista de la hembra. Caballo rijoso.
rolla
Niñera. También Trenza gruesa de espadaña, forrada con pellejo, que se pone en el yugo para que este se adapte bien a las colleras de las caballerías.
romos
Obtuso y sin punta. De nariz pequeña y poco puntiaguda.
ruán
Tela de algodón estampada en colores que se fabrica en Ruan, ciudad de Francia.
ruano
Dicho de un caballo: Cuyo pelo está mezclado de blanco, gris o bayo.También, Que pasea las calles.
ruibarbo
Planta herbácea, vivaz, de la familia de las Poligonáceas, con hojas radicales, grandes, pecioladas, de borde dentado y sinuoso, ásperas por encima, nervudas y vellosas por debajo, flores amarillas o verdes, pequeñas, en espigas
rutando
Murmurar, rezongar. Susurrar, zumbar.
saín
Grasa que con el uso suele mostrarse en los paños, sombreros y otras cosas. Grosura de un animal.
salacidad
Inclinación vehemente a la lascivia. LASCIVIA: Propensión a los deleites carnales. Apetito inmoderado de algo.
sambenito
Capotillo o escapulario que se ponía a los penitentes reconciliados por el Tribunal eclesiástico de la Inquisición. Letrero que se ponía en las iglesias con el nombre y castigo de los penitenciados, y las señales de su castigo. Descrédito que queda de una acción. Difamación.
sardón
Monte bajo, terreno lleno de maleza. Mata achaparrada de encina (en León y Zamora).
servillas
Zapato ligero y de suela muy delgada.
tabardete
Fiebre alta producida por una insolación. Desus. Tifus, enfermedad infecciosa.
tabucos
Aposento pequeño. Habitación estrecha.
taimado
Bellaco, astuto, disimulado y pronto en advertirlo todo.
taita
Voz infantil con que se designa al padre. Hombre que tenía el gobierno de la mancebía.
tajuelo
Banco pequeño y rústico de madera.
talanqueras
Valla, pared o cualquier lugar que sirve de defensa o reparo.
teocracia
Gobierno ejercido directamente por Dios, como el de los hebreos antes que tuviesen reyes. Sociedad en que la autoridad política, considerada emanada de Dios, se ejerce por sus ministros.
tiple
Voz humana más aguda, propia especialmente de mujeres y niños.En el mar, Vela de falucho con todos los rizos tomados o Palo de una sola pieza.
tollo
Hoyo en la tierra, o escondite de ramaje, donde se ocultan los cazadores en espera de la caza.
tontiloco
Tonto y alocado.
tornaboda
Día siguiente al de la boda.
tortoléandose
**** Tambaleándose.
tósigo
Veneno, ponzoña. Angustia o pena grande.
transido
Fatigado, acongojado o consumido de alguna penalidad, angustia o necesidad. Transido de hambre, de dolor. Miserable, escaso y ridículo en el modo de portarse y gastar.
trasojado
Caído, desmejorado, macilento de ojos o con ojeras.
trebejos
Utensilio, instrumento. Juguete para entretenimiento de niños. Diversión, entretenimiento.
trémolos
Sucesión rápida de muchas notas iguales, de la misma duración.
viático
Prevención, en especie o en dinero, de lo necesario para el sustento de quien hace un viaje. Sacramento de la eucaristía, que se administra a los enfermos que están en peligro de muerte.
visajes
Gesto, movimiento anormal del rostro por vicio o enfermedad.
zaragüelles
Especie de calzones anchos que se usaban antiguamente, anchos y por lo general mal hechos.