Por mucho que pensemos que tenemos las cosas claras, un suceso inesperado puede poner nuestros esquemas “patas arriba” como se dice vulgarmente. Quienes hayan seguido las notas que van engrosando este blog de forma semanal, habrán notado una cierta debilidad por los temas informáticos, derivada seguramente de mi profesión, una de mis profesiones, pero mucho más de mi afición por los ordenadores y el mundillo que los rodea. Hay alguna entrada anterior pero solo voy a indicar una que guarda algo de relación con lo que me propongo comentar en estas líneas. Es la entrada titulada CONTRASEÑAS.
Hay que buscar en la tercera acepción del diccionario para encontrar el significado del término “respaldo” y aun así no queda claro para mi propósito: “apoyo, protección, garantía”. Si me hubiera dado por titular esta entrada como “backup” quizá hubiera añadido un poco más de especificidad al asunto, pero solo para algunos, aunque la palabreja circula con frecuencia. “Backup” significa, curiosamente, “apoyo” o “respaldo” pero si se aplica a términos de informática, su significado es claro y determinante: copia de seguridad.
Ya hay días para celebrar casi todo. El pasado 30 de noviembre se celebró el “Día Internacional de la Seguridad de la Información”, ahí es nada, como digo, hay días para todos los gustos. Con ese motivo, la Guardia Civil, que también se ocupa de estos asuntos, colgó en su página web una serie de CONSEJOS, elementales pero muy atinados, que deberíamos seguir los ciudadanos que trasteamos con la tecnología de los ordenadores en aras de la seguridad. Como es posible que con el tiempo el enlace desaparezca, reproduzco el que me interesa: “Realiza copias de seguridad o Backups periódicos de tu sistema y crea puntos de restauración al objeto de no perder información por incidentes de seguridad”.
Yo lo vengo haciendo con regularidad y creía que ese específico asunto lo tenía cubierto, aunque desde que no acudo diariamente a una oficina me había relajado en un aspecto que luego revelaré. El caso es que esta semana me he encontrado con un amigo que me ha referido lo que le ocurrió en su domicilio y su relato ha disparado todas mis alarmas.
Desde hace años, mi acervo informático ha ido incrementándose exponencialmente. Mi escáner echa humo y el espacio ocupado en discos duros no para de crecer. Documentos, trabajos, fotografías, estos escritos…. un sinfín de ficheros y contenidos que son para mí un valioso tesoro que persona alguna me podría reponer, al menos de forma completa, si lo perdiera. Y hay muchas formas de perderlo. Mi amigo me abrió los ojos al referirme como ha perdido el suyo hace unos días.
Estando de fin de semana, unos amigos de lo ajeno entraron en su casa forzando una ventana y abriendo tranquilamente desde dentro la puerta blindada con las llaves de repuesto que muchos tenemos cerca de la misma, más o menos visiblemente colgadas en algún llavero detrás de un cuadro. No le pudieron robar mucho, porque poco tenía, un poco de dinero y unas “joyinas” de su mujer, más recuerdos emocionales que de valor monetario. Por supuesto le destrozaron todo lo destrozable, le esparcieron por el suelo todo lo esparcible y le dejaron la casa en un estado lamentable. Su seguro ha calculado los destrozos en euros pero no puede calcular el valor sentimental de algunas cosas que ni con dinero se pueden volver a comprar. Lamentable la proliferación de estos actos de pillaje y saqueo a los que nos vemos expuestos los ciudadanos y que. en mi opinión, no son reprendidos con suficiente dureza por las fuerzas de seguridad y la justicia.
Como digo se llevaron poco, pero lo que sí que se llevaron fueron sus dos ordenadores, el fijo y el portátil. Y justo encima del fijo, en un cajón de la mesa, mi amigo tenía un disco duro externo con los respaldos de todos sus ficheros, donde sacaba copia semanalmente de sus datos. A poco que seamos perspicaces y deduzcamos un pelín, mi amigo se ha quedado sin nada, ha perdido todos sus datos. Es un gran aficionado a la naturaleza y estaba preparando desde hace años un libro sobre setas. Conociéndole estoy seguro que tendría miles y miles de notas y de fotografías que han desaparecido. Queda la posibilidad de que la policía encuentra a los facinerosos y pudiera recuperar sus datos, pero es más que remota esa posibilidad.
Pero ahí no ha acabado la cosa. Estos “pájaros” han utilizado su correo electrónico, bien es verdad que para mandar virus a sus contactos y para otras posibilidades que no voy a mencionar aquí. Cada cual que se revise las suyas, por ejemplo, si tenemos por comodidad recordadas las contraseñas de acceso a páginas web delicadas o no. Mi amigo ha ido cambiando las que recordaba, insisto en lo de las que recordaba, porque eran iguales en muchos sitios, ha anulado sus tarjetas bancarias y sus claves de acceso a estas entidades. Ponga Vd. mismo el etc. etc. de este caso haciendo una pormenorizada auto revisión de como de alborotado tiene su cotarro informático.
Aunque mi amigo no hubiera sufrido la visita de los indeseables, otros sucesos podrían haber provocado el mismo resultado en este aspecto. Un incendio o un escape de agua podrían haber dañado los equipos y los discos de respaldo que estaban justo encima o al lado. Seguro que se nos pueden ocurrir otros casos. Y es que además no está solo la posibilidad de perder los datos sino en otro aspecto que seguramente Vd. habrá deducido: que se los lleven. Hace poco una amiga que venía a jugar con mi hija me sustrajo la tarjeta que gobernaba la “Wii”. Si no lo tenemos muy escondido, un amigo que no sería tan amigo o la señora que viene a limpiar podrían haber sustraído a mi amigo su copia de seguridad. No es lo mismo que perderlo pero el contenido sensible podría caer en manos indebidas. Y esto enlaza con otro tema: el de cifrar los datos.
Los equipos que yo tengo en casa, un fijo y dos portátiles, tienen todos su datos cifrados y tienen activo el control de usuarios en sus arranques. Eso nos obliga a teclear la contraseña de acceso cada vez y a continuación teclear otra contraseña para tener acceso a los datos cifrados. Las contraseñas recordadas en la web quedan fuera de esto así que es un tema que no utilizo a pesar del inconveniente de teclearlas cada vez y eso que no son iguales en ninguno de los sitios y tengo más de doscientas. Los cacos podrían ser unos expertos en informática y saltarse estas contraseñas, aunque en el caso de la segunda lo dudo, la inicial de Windows es más fácil, pero no dejan de ser unas trampitas para que se ganen el sueldo. A resultas de esto, las copias de seguridad están también cifradas, por lo que por ese lado tranquilo si se llevan solo una de las dos cosas: ordenador o disco duro de respaldo.
Pero lo que encendió mis alarmas a resultas de la conversación de amigo era una cosa que hacía antiguamente y que por mor de no acudir a una oficina, había dejado de hacer y no es otra cosa que tener la copia de seguridad en una ubicación diferente. Antes la dejaba en la oficina. Ni que decir tiene que me faltó tiempo para llegar a casa, coger la copia de seguridad y llevarla a otro sitio, fuera de mi edificio. Por si acaso. Y con toda tranquilidad al estar cifrada.
Hay infinidad de programas para hacerlo, pero para facilitar pistas a los más interesados, las contraseñas las manejo con el formidable programa gratuito KEEPASS, el cifrado de los datos con el todavía más formidable programa gratuito TRUECRYPT y la gestión de las copias de seguridad, un tema pendiente y que no tengo muy bien solucionado con el programa no gratuito pero que pago con gusto VICEVERSA..
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El QUIZOTE
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