domingo, 13 de junio de 2021

-ANDO


 

Llevo varios meses procrastinando el escribir esta entrada, pero llega un momento en que, tras verla semana tras semana, hay que borrarla y olvidarla para siempre o…. acometerla. Vamos con ella.

He buscado en varios sitios sin encontrar que la grafía «-ando» aparezca como si fuera un posible sufijo. La primera impresión es que se trata de la construcción del gerundio de los verbos regulares que acaban en «ar» como amando para el verbo amar. Es uno de los tiempos fáciles que todos recordamos, aunque hayamos puesto en un rincón de nuestro olvido la conjugación de los verbos regulares. Otra cosa es si nos preguntasen por alguno de los tiempos verbales, especialmente del subjuntivo. Suelo ver a diario el programa «Pasapalabra», solo la parte final, el «Rosco», donde con cierta frecuencia aparecen preguntas de este tipo a los concursantes. Me conjuro una y otra vez para repasar la construcción de los tiempos verbales, pero no acabo de hacerlo.

Hay un vocablo que huele un poco a esto del gerundio, pero convertido en sustantivo. Si hablamos del verbo «doctorar», su gerundio sería «doctorando», pero este vocablo aparece aislado en el diccionario oficial como sustantivo, válido para masculino y femenino, con el significado de «persona que está próxima a recibir la borla y grado de doctor».

Todas estas divagaciones han derivado de la lectura de un libro titulado «La vida negociable», del autor Luis Landero. Los autores pueden inventarse palabras no registradas oficialmente como una argucia para llevar a sus lectores por vericuetos insondables. Me viene a la mente ahora el término «mochufas» que ya inventara y utilizara el autor Santiago Lorenzo en su magnífico libro «Los asquerosos» y que utilizaba para designar a los «finesemaneros» —esta me la he inventado yo— que se desplazan de la ciudad a los pueblos para romper su tranquilidad con ruidos y barbacoas.

La palabra concreta que aporta Luis Landero es «pelucando». Como el lector podrá suponer, no está registrada en el diccionario, pero por analogía a la de doctorando se trata de una persona a la que se la está cortando el pelo. Al igual que al doctorando se le está enseñando para convertirse en doctor, al «pelucando» se le está cortando el pelo para convertirse en «pelucado». Todo esto sería posible y probable si existiera el verbo «pelucar» en nuestro diccionario, cosa que no ocurre… por el momento.

Claro que, entre doctorando y «pelucando» hay una diferencia: el primero está realizando acciones de forma activa para conseguir algo mientras que el segundo está pasivo. También está registrado en el diccionario el sustantivo educando con el significado lógico de «que está recibiendo educación».

A raíz de todo esto, he intentado exprimir un poco el diccionario para realizar búsquedas avanzadas, tales como… todos las sustantivos que acaben en «ando» o en «endo», pero no he sido capaz de encontrar la forma de hacerlo. Una tarea que me queda pendiente porque hay algunos sitios conocidos como «Corpus» donde las búsquedas pueden ser más exhaustivas y no tan rígidas cómo las propuestas por la Real Academia Española en su página oficial.

Y a raíz de todo esto, la palabra «maquillando» podría tener el mismo sentido que el «pelucando» empleado por Luis Landero: persona que está siendo maquillada. Y así podríamos seguir buscando otras. Una manera de entretenerse.