Ya me he ocupado en anteriores ocasiones del asunto de los
precios en las entradas de este blog, pero es un tema recurrente que no deja de
arrojar sorpresa tras sorpresa a quién se preocupe un poco. No se trata de recorrer
todos los supermercados y tiendas amén de fisgonear por internet para encontrar
el precio más adecuado, que además cambia de un día para otro, pero sí estar un
poco ojo avizor.
Por aquello de mantener vivo el comercio local, trato de
adquirir la mayor cantidad de productos en las tiendas de proximidad. La oferta
siempre será más reducida, pero si tienen el producto concreto que queremos
adquirir… miel sobre hojuelas. Tendremos la sensación de que el precio será
algo más alto que en grandes superficies o incluso comprado por internet, pero constataremos
con estupor que eso no es siempre cierto.
Esta semana he tenido
que reponer una crema que uso regularmente por recomendación de mi podóloga
para evitar en lo posible las durezas en la planta del pie, especialmente en el
talón. Llevo años consumiéndola a diario y puedo decir que estoy contento con
el resultado. Me había despistado y cuando esta semana se me ha acabado el tubo
he constatado que no tenía el consabido de repuesto en el armario. Por ello, me
he acercado a la tienda que está muy próxima a mi domicilio para adquirir dos.
Cual no será mi sorpresa cuando en la tienda, es
autoservicio, percibo que el precio es (sensiblemente) distinto para cada uno
de los paquetes: 2,35 y 2,65 euros respectivamente para un mismo producto.
Cuando muestro mi extrañeza a la dependienta, esta me responde sin turbación
alguna que «habrán venido en distintos pedidos». A la hora de cobrar,
nuevamente para mi sorpresa, me cobra cada uno a su precio marcado y se queda
tan ancha, todo normal. ¡Inaudito! Y La diferencia de precio es nada menos que
0,30 euros, lo que supone un 12,77 % de incremento, un buen margen para los
tiempos que corren.
Los comercios avanzados y grandes superficies ya hace tiempo
que abandonaron el etiquetado por pegatinas, utilizando los códigos de barras
que todos los paquetes llevan. Esto permite una cosa fundamental: que todos los
paquetes de un mismo producto cuesten lo mismo, amén de poderse variar el
precio de un segundo para otro. En el caso de esta tienda siguen con el método
antiguo y colocan la etiqueta precisamente encima del mencionado código de
barras como puede apreciarse en la fotografía que encabeza esta entrada. ¡Viva
la modernidad! Cuando reciben un pedido, le ponen el precio y no se molestan en
revisar el precio de los anteriores todavía disponibles en sus estanterías.
Picado por la curiosidad, acudo a ese almacén gigante del
que todo el mundo habla de la venta por internet esperando ver un precio
inferior. Para mi asombro, no solo es superior, sino tremendamente superior:
nada menos que 5,85 euros, más del doble. ¿Estamos locos o qué? A continuación
el pantallazo donde se refleja este precio para este mismo producto.
La cosa no acaba aquí. Aunque se trata de otra marca, hay
que mencionar que en MERCADONA disponen de una crema similar para el pie al precio
de 1,60 euros, pero con una gran salvedad: el contenido son 125 ml. en lugar de
los 75 ml. del producto que venimos comentando.
En el caso de la tienda de proximidad el ml. sale a 0,035 y
en el caso de Mercadona a 0,012, una tercera parte. No hay color y bien que lo
siento por la tienda de proximidad.