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domingo, 30 de enero de 2022

REMANENTE


Al cabo de algunos años escribiendo entradas en este blog con periodicidad semanal es casi imposible no repetirse en algunos de los temas, pero el paso del tiempo hace que surjan ciertos matices que pueden servir como complemento además de recordatorio. Ya en enero de 2008 escribía «ENVOLTORIOS», en noviembre del mismo año 2008 «APARIENCIAS», y más recientemente, aunque casi cinco años ha, en noviembre de 2017, «ENVASES». Sigo poniendo en práctica algunas de las acciones comentadas en ellos y por ello esta entrada de nuevo.

Prácticamente todos los productos hoy en día se venden envasados, quedando la venta a granel para carnes, pescados, frutas, embutidos… y no en todos los casos. El diseño del envase, el tamaño, la transparencia y su facilidad de uso entre algunos otros aspectos cobran una importancia capital en atraer la mirada y la atención del comprador, amén de su posicionamiento en las estanterías de los supermercados, pues no es lo mismo que un producto esté ubicado a la altura de la vista que se encuentre situado en la parte más alta o más baja de las estanterías.

Todas las mañanas, nada más levantarme, tengo la costumbre de tomarme un vaso de agua templada en donde he diluido el jugo de un limón y una cucharada de miel. ¿Cucharada? Eso era hace tiempo y suponía un verdadero incordio porque la miel no se maneja de forma cómoda; por ello han surgido los envases «boca abajo», provistos de una membrana retenedora que facilitan el verter la miel directamente donde se desee, en mi caso en el vaso de agua. Por lo general, los envases de miel, al menos los que yo conozco, son transparentes y permiten ver el contenido original del producto y lo que va quedando, posibilitando prácticamente verter todo sin tener que dejar un remanente en el envase.

Pero no todos los envases son transparentes… Algunos de ellos son enormes y nos damos cuenta cuando los abrimos que tienen vacío un buen porcentaje de su capacidad —por ejemplo, esos del cacao en polvo disoluble tan famoso que lleva tanto tiempo entre nosotros—. Y los que contienen cremas, opacos por lo general, pueden dejar un remanente que no es baladí cuando parece que se han terminado. El matiz añadido a las anteriores entradas que vengo en comentar esta semana es relativo al producto de la fotografía.

Cuando un dermatólogo me receta una crema me pongo directamente a temblar, porque invariablemente supone un sablazo monetario en su compra. Esta que vemos se acerca a los 15 euros de coste por 500 gramos —espero que estén todos y cada uno de esos gramos en su interior, que nunca se sabe— con lo que el kilogramo de crema son casi treinta euros, precio del kilo de jamón de pata negra y más que el de un buen solomillo. Pero la crema no se come, sino que se unta. Y para esto del unte, tengo que reconocer que el frasco es de lo más práctico, al constar de un émbolo que suministra la crema con una ligera presión, sin tener que andar desenroscando tapones u otras acciones. Vamos, que además de «pituli» como dice mi buen amigo Manolo, el envase es práctico y funcional.

El problema llega cuando el émbolo deja de suministrar producto por mucho que presiones y parece que se ha terminado. Siguiendo mis prácticas ya comentadas, me pongo manos a la obra a cortar el envase para ver si queda algo dentro. Este envase es de un plástico durísimo, por lo que me costó no pocos sudores su manipulación y cortado, amén de romper alguna cuchilla del cúter y ver peligrar mis dedos. Al final conseguí cortar y quedarme asombrado ante el remanente que quedaba: nada menos que 111 gramos de crema que suponen algo más de un 22% de producto, a lo que es lo mismo, más de tres euros de contenido que podían haber ido a la basura.

La segunda acepción del diccionario para el vocablo remanente es «parte que queda de algo». Así que apliquémonos el cuento, especialmente en envases no transparentes en los que no podamos ver el interior, antes de dar por finiquitado cualquier producto. Eso sí, mucho ojo a la manipulación en los cortes, que nos podemos llevar un buen tajo en un dedo y sería peor el remedio que la enfermedad.



domingo, 23 de enero de 2022

CENAGAL

 
Decían las «autoridades» que iban a acabar con esto y al parecer están en ello, pero amén de numerosas reticencias por parte de algunas empresas que se niegan en rotundo y no parece que haya forma de meterlas mano, el asunto de los cables y los transformadores en las casas está alcanzando proporciones épicas. Dentro de poco hasta los tenedores, cucharas y cuchillos vendrán con su correspondiente batería recargable y tendrán transformadores y cables especiales para hacerlo. ¿No hay ya cepillos de dientes eléctricos?

La imagen no puede ser más explícita: tengo en uso todos los transformadores y cables que aparecen en la imagen, para diferentes aparatos que utilizo y que hay que recargar periódicamente: cascos bluetooth, afeitadora, teléfono —especial alta intensidad—, lector electrónico, conexión al ordenador… Por si fuera poco, los Reyes Magos me han traído este año un reloj de esos súper-inteligentes que también tiene batería y hay que recargar periódicamente, pero con la salvedad de que su cable es… especial. ¡Otro más que añadir a la colección! Y que habrá que tener en cuenta en vacaciones y desplazamientos no se vaya a quedar olvidado en casa y nos quedemos sin reloj a mitad de la excursión.

No consigo entender que ventajas aporta toda esta variedad de conectores cuando lo que se pretende es simple y en esencia lo mismo para todos. Los formatos de USB fueron evolucionando hasta llegar al modelo «C» que parecía el definitivo, con su posibilidad de enchufar al derecho y al revés sin problemas, pero —salvando los conectores especiales de Apple— parecía que todo había terminado e incluso hay directivas de la Comunidad Europea obligando a utilizar este conector para acabar con los dispendios en cables y transformadores que, al cabo de los años, han conseguido llenar cajones de las casas y basureros funcionando perfectamente y no por qué sean defectuosos.

Por aquello de tener un segundo cable, me pongo a buscar uno en los sitios virtuales al uso. El original de la marca tiene un precio que asusta: ni más ni menos que veinticuatro euros que parece una cantidad desorbitada para un simple cable. Las alternativas aparecen con precios mucho más contenidos rondando los siete euros para los más sencillos y alrededor de doce o catorce para los más sofisticados que cuentan con soportes especiales para tener el reloj bien colocado y con posibilidades de uso mientras se está cargando. Pero…

Un asunto a tener muy en cuenta y leer con atención y cuidado son las opiniones de los usuarios disponibles en las plataformas de compra y en internet. Me he pasado unas cuantas horas buscando un cable y los comentarios positivos son muchos, pero hay también muchos negativos que indican que estos cables baratos dejan de funcionar a las pocas cargas con la advertencia en alguno de ellos de provocar roturas en los conectores o calentamientos excesivos cuando no averías en la batería del reloj. Y claro, un reloj que vale una pasta gansa que quede inutilizado por un cable barato no es de recibo.

Toca tomar una decisión. O apoquinar los veinticuatro euros del cable original para tener uno secundario o tener muy en cuenta que solo disponemos de uno que tendremos que tener localizado y disponible en todo momento so pena de dejar el reloj convertido en pisapapeles y quedarnos sin todas esas estadísticas —todavía no he logrado saber para qué sirven de forma práctica— de pasos, tensión, oxígeno en sangre, presión sanguínea, calidad de sueño y una infinidad de ellos más que va recolectando las veinticuatro horas del día para ayudarte a mejorar tu salud con retos y recomendaciones: cuando llevas un rato sentado en el sofá te conmina a levantarte y cuando se acaba el día y no has dado los «xxx» pasos prefijados te afea la conducta.

Soy de los que siempre leen el folleto que acompaña —bueno, ahora ya en internet— a los cachivaches nuevos que voy adquiriendo, pero en este caso es un verdadero dolor poder asumir las casi ochenta páginas tamaño A4 llenas de posibilidades, funciones y valores. Poco a poco iré haciéndome con ello y mientras tanto iré explorando las posibilidades y aguantando los chaparrones diarios de recomendaciones por no cuidarme lo suficiente según sus planteamientos.

Pero, a lo que vamos… ¿y el cable? Al igual que antaño acumulamos mandos a distancia en el sofá de diferentes aparatos, he preparado una bolsa de viaje para tener siempre a mano todos los cables y transformadores necesarios y no olvidarme ninguno. Cenagal es «sitio o lugar lleno de cieno», algo que tiene cierta similitud con mi bolsa de viaje llena de cables y transformadores.




 

domingo, 16 de enero de 2022

PROVISIÓN

 

Simplificando hasta el extremo las cosas, podríamos hacer una gran división entre cachivaches que no necesitan consumibles y los que sí los necesitan. Un ejemplo, una televisión como tal aparato no necesita —en teoría— nada más que enchufarla a la red eléctrica para que empiece a funcionar y se mantenga así por muchos años, aunque en la actualidad hay muchas opciones de suscripción y pago para poder ver más y más películas, series y documentales en ella que podríamos considerarlos como consumibles.

Otro ejemplo que ha variado con el tiempo son las cámaras de fotos. Antaño, no servía solo con comprar y poseer una cámara; había que comprar los carretes de película y llevarlos a revelar y positivar una vez impresionados, lo cual suponía un gasto nada desdeñable. Hoy en día esto ha cambiado de forma radical y todo lo más que necesitaremos será espacio en nuestros discos duros y tarjetas de memoria para almacenar los miles y miles de fotografías que se hacen a diario, incluso ya desde el teléfono móvil y sin ser necesaria la adquisición de una cámara de fotos.

El asunto, pues, está en los consumibles necesarios para el funcionamiento de un aparato. Y en este asunto vemos que hay algunos de ellos que casi te los podían regalar los fabricantes pues los precios de los consumibles son tan altos que ahí es donde está el verdadero truco. Son altos en comparación con el precio del aparato en sí.

Un ejemplo que lleva varios años en el candelero, aunque últimamente parece que empieza a cambiar son las impresoras de ordenador. El juego de seis cartuchos de color para reponer los gastados de mi impresora cuesta más que la propia impresora en sí, que lógicamente viene de fábrica con esos seis cartuchos, aunque al parecer no completamente rellenos. Se nos plantea la duda cada vez que hay que reponer cartuchos si no sería más interesante el tirar la impresora a la basura y comprar una nueva. Aunque también podemos optar por la opción de cartuchos compatibles que son drásticamente más baratos —de 17 euros el cartucho a 2 euros en algún caso— aunque siempre está la letra pequeña que dice que no es conveniente porque se estropea la impresora… ¡Quién sabe!

Seguro que hay más ejemplos, pero me he encontrado con este mismo dilema en otro aparato: un glucómetro que compré el año pasado y al que dediqué una entrada en este blog en septiembre de 2021. El aparato necesita unas tiras reactivas para cada medición de glucosa que se realiza, tiras que se van gastando hasta que es necesaria su reposición. En la imagen que acompaña esta entrada puede verse lo que ocurre: el valor del aparato original con 25 tiras cuesta prácticamente lo mismo que un repuesto de 50 tiras. Entra la duda si merece la pena optar por una solución o por otra, pero al final tampoco te vas a decidir por acumular aparatos en casa así que no te queda otra que comprar las tiras a un precio que, comparativamente, parece muy alto.



domingo, 9 de enero de 2022

OBJETIVOS

El concepto «año» es un invento puramente humano, con algunos siglos de antigüedad, pero tampoco tantos en comparación con los que lleva dando vueltas este planeta Tierra en el que moramos. Hay conceptos interesantes sobre este y otros asuntos que fueron tratados en una charla que di ahora hace un año y que está disponible en Youtube en este enlace para quienes quieran emplear un rato en asomarse a cuestiones cuando menos curiosas relacionadas con el tiempo y los calendarios.

Aunque el tiempo transcurre de forma continua, nos hemos acostumbrado a celebrar de alguna manera el cambio de año. Podría acabar y empezar el año en otro punto del tiempo, como por ejemplo en los solsticios de verano o de invierno, pero realmente y al tratarse de una convención humana, da igual siempre y cuando la respetemos.

Y con el cambio de año surge el tema de los propósitos u objetivos que en mayor o menor medida casi todos nos auto imponemos para mejorar nuestra existencia, bien en temas de salud que suelen ser los más generales, bien en temas económicos o de cualquier otra índole. Ya me ocupé del tema en una entrada del año 2015 titulada «PROPÓSITOS» y quiero volver sobre el asunto, pero con otro enfoque.

Me encontré hace unos días con el artículo del diario «El País» que se puede ver en la imagen. No son tanto objetivos personales como una serie de noticias positivas recopiladas por Kiko Llaneras que nos pueden dar pie a empezar el año con buen ídem. E incluso a plantearnos algunos objetivos, podríamos mejor denominarlo actitudes, que permanezcan con nosotros más días que los propósitos de Año Nuevo, que como ya sabemos por experiencia… duran poco, muy poco. Es el tercer año que Kiko publica esta relación.

No sé si el artículo seguirá disponible en El País en este enlace, porque ahora con el tema de las suscripciones y los accesos de pago el acceso libre se está poniendo cada vez más complicado. El propio autor comienza el artículo con la siguiente frase: «¡Reenvía esta “newsletter”! Compártela con amigos, familiares o colegas». Así que, siendo obediente y siguiendo sus instrucciones, reflejo lo más principal en este blog para compartirlo y que me sirva a mí de archivo para volver a consultar la lista de vez en cuando. A continuación, las 43 noticias seleccionadas para este comienzo del año 2022:

01. Hemos vacunado a medio mundo en 12 meses. El 49% de la población mundial recibió sus dosis. Hay diferencias demasiado grandes entre países —en España estamos vacunados casi todos, y en África solo el 9%—, pero sigue siendo un hito haber inmunizado a 3.800 millones de personas. (Our World in Data).

02. Se habrán evitado millones de muertes. En Estados Unidos se estima en un millón las muertes prevenidas, en el Reino Unido se calcula que se han evitado 100.000 solo hasta agosto, y en Europa se habla de medio millón.

03. La economía global creció un 6% este año. Y ese crecimiento ha servido para revertir la bajada del 3% que causó la pandemia el año anterior. (FMI).

04. En Brasil los niños aprenden más. Los estudiantes que al acabar la educación primaria no saben leer bien son la mitad que en 2007, pasando del 72% al 39%. (Banco Mundial).

05. Se lanzó al espacio el telescopio que verá cómo nació la luz del universo. El James Webb nos mostrará cómo eran las primeras estrellas y galaxias, hace más de 13.000 millones de años. Es alucinante pensarlo: «Mirar en la profundidad del espacio es también mirar atrás en el tiempo». (El PAÍS).

06. Más gente trabaja desde casa. En España son casi el doble ahora que en 2019 (un 8% por un 5%). Y es una buena noticia porque es lo que la gente prefiere.  (Red.es).

07. Vivimos el doble que hace 100 años. En 1920 la vida media humana era de unos 35 años y en 2019 fue de 73 años. Y no es solo cosa de sobrevivir a la infancia: un inglés de 30 años vive ahora 15 años más (hasta los 82). (Our World in Data).

08. También mueren menos niños. En 1960 uno de cada cinco menores se moría antes de cumplir cinco años; ahora sobreviven 24 de 25. La mortalidad infantil se ha reducido a la mitad desde 2001 y un 33% desde 2011. (Our World in Data).

09. La esperanza de vida es más igualitaria cuando comparamos entre continentes. El europeo medio todavía vive un 24% más tiempo que un africano, pero en 1950 vivía un 70% más. La brecha se ha reducido. (Our World in Data).

10. La RAE ha añadido un montón de palabras. Ya puedes decir que una curva se ‘ameseta’, cuando se estabiliza, quejarte de los «bots» que inundan internet, escribir sobre ‘criptomonedas’, y hacer un ‘cortapega’ como este cortapega. Puedes ‘geolocalizar’, ‘gentrificar’, ‘invisibilizar’, ‘ludificar’, ‘procrastinar’, ‘perimetrar’ y hasta dejar a la gente ‘ojiplática’. Me gustan las palabras nuevas porque a menudo sirven para comprimir ideas y ayudarnos a pensar mejor. (RAE).

11. Una decisión judicial acercó el matrimonio gay a Japón. La decisión se opone a la ley vigente y apoya la legalización de matrimonios entre personas del mismo sexo. Japón es el único país del G-7 que no los reconoce por completo. (La Vanguardia).

12. Alan Turing será la cara de los billetes de 50 libras. Es una triple buena noticia honrar al pionero de las matemáticas y la informática. Celebra sus méritos científicos, premia su trabajo descifrando códigos en la Segunda Guerra Mundial y corrige un error del pasado, haber procesado a Turing por homosexualidad en la Inglaterra de los años cincuenta. (Bank of England).

13. Chloé Zhao se convirtió en la primera asiática y la segunda mujer que gana un Oscar a la mejor dirección. La película, Nomadland, es mi favorita de este año. (EL PAÍS).

14. Una periodista recibió el primer Premio Nobel para alguien de Filipinas. Maria Ressa recibió el galardón por sus reportajes en aquel país sobre las controvertidas acciones del presidente Rodrigo Duterte en la lucha contra las drogas; y por defender la libertad de prensa contra los abusos del poder. (EL PAÍS).

15. También hubo un Premio Nobel por entender el vuelo hipnótico de una bandada de pájaros. Lo recibieron tres físicos por ayudarnos a comprender los sistemas complejos. (EL PAÍS).

16. Hay una influencer de Excel. Kate Norton tiene un éxito brutal en TikTok e Instagram compartiendo trucos de hoja de cálculo. Como dice su bío: «Hago Excel divertido». Gana cientos de miles de dólares vendiendo cursos. (The Verge).

17. Se ha acordado un impuesto mínimo global del 15% para las grandes multinacionales. Es una medida pactada por 140 países para que las multinacionales contribuyan de forma más equitativa. (EL PAÍS).

18. Una IA es (o hizo) el descubrimiento científico del año. La red neuronal se demostró capaz de predecir la forma de las proteínas con velocidad y precisión. ¿Por qué importa eso? Porque las proteínas son los operadores esenciales de la vida, y su función, lo que hace cada una, la determina su forma. Por ejemplo, el coronavirus usa una proteína como llave para penetrar en las células humanas, la espícula. Pero también son proteínas nuestros anticuerpos, que tienen la forma necesaria para acoplarse a esa espícula, cambiar su forma, e impedir que funcione. (EL PAÍS)

19. Un tratamiento con setas psicodélicas promete ser eficaz contra la depresión. Es lo que sugiere un estudio pequeño pero muy celebrado del centro Johns Hopkins, que ha publicado la revista JAMA Psyquiatry.

20. Simone Biles renunció a competir en Tokio e hizo reflexionar a millones sobre nuestra salud mental. La atleta capaz de hacer piruetas imposibles se retiró de la prueba individual: “No tengo ni una pizca de control sobre mi cuerpo. Esta desconexión entre cabeza y cuerpo es la peor sensación que he tenido en mi vida”, explicó. «Tenemos que proteger nuestras mentes y nuestro cuerpo, antes que simplemente salir ahí y hacer lo que el mundo espera de nosotros». (EL PAÍS).

21. Los datos del clima dicen que hemos avanzado. Desde la cumbre de París de 2014, hemos frenado las emisiones de gases invernadero: ahora el calentamiento esperado para 2100 no es de cuatro o cinco grados, sino de tres. La situación la resumió bien el expresidente Obama: «París mostró al mundo que el progreso es posible. La mala noticia es que no estamos ni cerca de donde necesitamos estar». (EL PAÍS).

22. España redujo sus emisiones de CO por habitante. En 2009, el consumo de energía por persona suponía 9 toneladas de emisiones, pero han bajado un 33%, hasta las 5,8 toneladas. Entonces emitíamos el doble que alguien de China y ahora emitimos menos que ellos. (Our World in Data).

23. En España las renovables produjeron el 46,6% de la electricidad. Más que la media europea, más que el año anterior, el doble que en 2007 y el triple que en 2000. (REE).

24. Y En Europa superaron a los combustibles fósiles. Pasó en 2020 por primera vez. (Positive)

25. La energía verde es mucho más barata ahora. El coste de instalar y producir un megavatio-hora se ha dividido entre 3 para la tecnología eólica y entre 10 para la solar. (Our World in Data).

26. En 2021 se añadieron 290 gigavatios de potencia de energías renovables. Es un poco más que en 2020, que también fue récord. Se prevé que la capacidad suba otro 60% de aquí a 2026, y en ese momento, la suma de solar, eólica e hidroeléctrica superarán seguramente a los combustibles fósiles. (IEA).

27. Se rescatan perros con ayuda de drones. Durante la erupción del volcán en La Palma, unos perros quedaron atrapados en un estanque, rodeados de lenguas de lava. Fueron localizados por unos pilotos de drones, que les llevaron comida y agua por aire. Se preparó un complicado operativo de rescate, pero no hizo falta. Un misterioso grupo autodenominado A Team se adelantó y los rescató —violando el perímetro de seguridad—, para luego anunciarlo con una pancarta ya mítica: «Fuerza La Palma, los perros están bien». (EL PAÍS).

28. Los linces siguen multiplicándose. En 2002 solo quedaban 94 ejemplares ibéricos, pero ahora son más de 1.100. Un caso de éxito de conservación. (EL PAÍS).

29. China duplicó el número de animales salvajes que protege. Por primera vez en 30 años, ha impuesto multas elevadas para el comercio y el consumo de muchas especies, desde pájaros a lobos. (Eco).

30. Llegaron nuevas leyes para los repartidores. España aprobó la norma que fija la condición de asalariados de los repartidores a domicilio. Y la Comisión Europea se prepara para regular también sus condiciones laborales. (Cinco Días).

31. Se controló una epidemia de ébola en el Congo. El brote se declaró en febrero, pero la OMS lo dio por acabado en mayo. Hubo solo seis muertes. | OMS

32. China eliminó la malaria. En 1940, el país reportaba 30 millones de casos anuales. Después de cuatro años sin ninguno, la OMS declaró el país libre de la enfermedad. (NYT).

33. Vives en el futuro. ¿Recordáis la serie Friends? Se emitió entre 1994 y 2004, pero está llena de artefactos desaparecidos, como contestadores y cabinas telefónicas. Internet casi ni aparece. A veces nos parece que el presente no está a la altura de lo que esperábamos; pero mira a tu alrededor.

34. En Noruega el 90% de los coches nuevos son eléctricos. El año pasado eran el 60% y hace seis años no eran ni el 10%. (CleanTechnica).

35. Internet va cada vez más rápido. Los test globales dicen que las conexiones fijas van un 32% más rápido que el año pasado y casi el triple de rápido que hace cuatro años. (Speedtest).

36. Se construyó un colegio con una impresora 3D. Se hizo en 15 horas, en Malaui, y podría ser una solución a la falta de escuelas en muchos países de África: «Reunidos al sol, docenas de mujeres bailaron y cantaron de alegría mientras los niños empezaban su primer día». (Reuters).

La empresa SpaceX envió al espacio la primera tripulación compuesta solo por civiles. La cápsula y su tripulación de cuatro personas orbitaron la Tierra durante tres días, sin astronautas profesionales a bordo. (NYT).

38. Un cerebro humano se conectó de forma inalámbrica a un ordenador. Es un avance prometedor para tratar lesiones de la columna vertebral. Los participantes con parálisis del estudio fueron capaces de mover un brazo robot imaginando el movimiento que querían hacer. (IEEE).

39. Unos científicos han rescatado ADN de la tierra que pisaban los neandertales de Atapuerca hace 100.000 años. El ADN más antiguo hallado en la cueva de Burgos es de un varón que vivió hace unos 110.000 años y cuyos ancestros procedían del este de Europa. (EL PAÍS).

40. Los robots siguen escribiendo. Este verano usé una inteligencia artificial para escribir un cuento a medias: el algoritmo GPT-3 puso la mitad de las palabras y yo la otra mitad. (Letras Libres).

41. El 20% de los propósitos de nuevo año tiene éxito. Sí, eso significa que la gran mayoría no, pero es mejor pensarlo al revés: mucha gente logra cambiar algo que quiere cambiar. (NYT).

42. Una orquídea extinguida reapareció en un tejado de Londres. Era una especie rara que se pensaba desaparecida, y que nadie sabe cómo llegó allí. «Encontrar la segunda colonia de [esta variedad] es emocionante en sí mismo, pero encontrarla en el jardín de un tejado de la ciudad de Londres es extraordinario». (The Guardian).

43. Volví a leer la carta que escribió Oliver Sacks antes de morir. Acaba así: «No puedo fingir que no tengo miedo. Pero el sentimiento que predomina en mí es la gratitud. He amado y he sido amado; se me ha dado mucho y he dado algo a cambio; he leído, y viajado, y pensado, y escrito. He tenido una relación con el mundo, la especial relación de los escritores y los lectores. Sobre todo, he sido un ser sensible, un animal pensante, en este hermoso planeta, y eso por sí solo ha sido un enorme privilegio y una aventura».

Las noticias se pueden ampliar buscando en la hemeroteca del diario mencionado o de otros, o revistas o medios. Lejos del aluvión de noticias negativas y catastrofistas, hay algunas como las relacionadas que permiten mantener la esperanza en un mundo mejor, aunque algunas de ellas sean inquietantes no por la noticia en sí, sino por una posible y torticera utilización. Leer, repasar, asimilar y utilizar lo que encontremos de positivo en ellas para mejor transitar por este año 2022, que comienza de forma convulsa como el anterior por el tema de la pandemia de COVID que venimos sufriendo desde hace ya demasiado tiempo.