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domingo, 12 de junio de 2022

¿IMPOSIBLE?

La primera vez que yo recuerde haberlo oído fue hace ya dieciocho años —22 de mayo de 2004—durante la boda de Felipe de Borbón con Letizia Ortiz. Uno de los invitados se escabulló de la ceremonia por las razones que fueran y acudió directamente a la fiesta. La creatividad hispánica no tiene límites y por entonces se acuñó un nuevo modismo: «Hacer un Hannover». En estos días hemos oído una adaptación en «hacer un Nadal» en clara referencia a nuestro más famoso tenista Rafael Nadal.

Entre las frases hechas que me encantan, y que he vivido en carnes propias en varias ocasiones a lo largo de mi vida, está aquella que dice que «como no sabían que era imposible, lo hicieron», en una alusión a la realización de cosas imposibles para el común que se demuestran que no lo son tanto cuando otros las llevan a cabo. Desconozco el autor de esa frase, pero en mis indagaciones he encontrado una parecida, mucho más dinámica, atribuida a Concepción Arenal: «todas las cosas son imposibles mientras lo parecen».

La frase o frases comentadas aluden a la no existencia de límites en lo que puede conseguirse si hay entusiasmo y determinación, siendo de aplicación para muchas instancias de nuestra vida. Aficionado a la práctica de deportes en años anteriores de mi vida, ahora ya los veo por televisión, pero de forma selectiva; atletismo en competiciones especiales como las olimpíadas o campeonatos del mundo o tenis con una particularidad: solo los partidos de Rafa Nadal. No se puede uno pasar tantas y tantas horas delante del televisor y encima, en el caso del tenis, a horas intempestivas cuando los partidos son en EE.UU. o Australia.

Se especula mucho en estos días de junio de 2022 con la retirada de Rafael Nadal debido a su dolencia en el pie, precisamente en un año en que a pesar de los inconvenientes está de lo más competitivo: los dos Grand Slam disputados en lo que llevamos de año los ha ganado. Por una parte, sentiré su retirada, el día que llegue, por no poder seguir disfrutando y sufriendo con sus partidos, pero por otro lado me alegraré por disponer de más tiempo y… no, no me engancharé a los partidos de otros, aunque la promesa Carlos Alcaraz viene pisando fuerte.

Retornando al tema que nos ocupa, en las tres imágenes que encabezan esta entrada se pueden ver momentos especiales en partidos de tenis en los que la lógica más común diría que todo estaba perdido. No voy a entrar en comentarios ni detalles —los aficionados al tenis lo sabrán viendo los marcadores— pero en las dos primeras imágenes, Nadal se sobrepuso y ganó sus partidos en Australia y EE.UU. (Indian Wells) contra todo pronóstico al igual que hizo Carlos Alcaraz en Barcelona en la tercera imagen. Inaudito e imposible hubiéramos dicho todos, pero lo consiguieron.

«Hasta el rabo todo es toro» y con ello, hasta que los tenistas no se estrechan las manos sobre la red una vez finalizado el partido, no se puede tirar la toalla. Tres pruebas contundentes en este mismo año que no han sido únicas. Las gestas épicas de Rafael Nadal en partidos disputados este año alcanzan cotas inimaginables. Un comentarista de radio y televisión, Álvaro Benito, decía en Twitter al finalizar un partido contra Goffin este año en Madrid, que «hay que enterrarle varias veces antes de darle por muerto».

«Hacer un Nadal». Aplíquese cuando alguien hace gala de una insólita confianza en sus posibilidades en momentos difíciles.