ZBEDEP

Aunque lo suelo hacer al final por costumbre, en esta ocasión aclaro el significado del galimatías de letras que dan título a esta entrada: «ZBEDEP» — Zona de Bajas Emisiones de Especial Protección. ¡Toma castaña! Añadiré que es un concepto algo novedoso del tráfico rodado en la capital de España, Madrid, para reducir la contaminación en la ciudad. Y ojo que hay muchas más ciudades afectadas o que se verán afectadas en un futuro inmediato por este nuevo dolor de cabeza para los conductores. La descripción en la página web del Ayuntamiento de Madrid es…

«La Zona de Bajas Emisiones de Especial Protección (ZBEDEP) de Distrito Centro comprende casi todo el distrito, en el que se encuentran los barrios de Palacio, Embajadores, Cortes, Justicia, Universidad y Sol, y queda delimitada por las siguientes vías: calle Alberto Aguilera, glorieta de Ruiz Jiménez, calle Carranza, glorieta de Bilbao, calle Sagasta, plaza de Alonso Martínez, calle Génova, plaza de Colón, paseo de Recoletos, plaza de Cibeles, paseo del Prado, plaza de Cánovas del Castillo, plaza del Emperador Carlos V, ronda de Atocha, ronda de Valencia, glorieta de Embajadores, ronda de Toledo, glorieta de la Puerta de Toledo, ronda de Segovia, cuesta de la Vega, calle Mayor, calle Bailén, plaza de España, (lateral continuación de la cuesta de San Vicente), calle Princesa y calle Serrano Jover».

Hace ya varios años que no me ponen una multa de tráfico y eso que me muevo con el coche, pero procurando respetar las normas de tráfico, tanto en circulación como en estacionamiento. Con los dedos de las (dos) manos se pueden contar las multas que he tenido a lo largo de toda mi vida de conductor que supera ya los cincuenta años, con nueve coches y más de un millón de kilómetros recorridos por carreteras de varios países. En total he recibido ocho multas, seis en España y dos en el extranjero —Checoeslovaquia y EE.UU.—. No es cuestión de comentarlas aquí, pero salvo dos de velocidad detectadas por radar, el resto han sido despistes o falta de conocimiento de alguna norma. Algunas muy curiosas, como no llevar moneda suelta en una autopista de EE.UU. para pagar un peaje que costaba menos de un dólar o aparcar en Madrid en una zona reservada para una mudanza fuera de las horas especificadas pero que estaba dentro de otra zona más general con otra prohibición; hasta el propio guardia municipal que me puso la multa y motivó que se llevara la grúa el vehículo se dio cuenta de que las señales de la mudanza invitaban a la confusión.

Todos los años, desde hace treinta, visitamos a unos familiares en Madrid capital para celebrar la fiesta de Nochebuena. Al regreso a casa, por lo general a altas horas, la tradición manda —mandaba— efectuar un recorrido en coche por las calles céntricas de Madrid para ver la iluminación navideña Como digo, más de treinta años haciéndolo sin ningún problema, pero, este año las cosas han cambiado y el despiste en hacerlo me ha obsequiado con una multa del Ayuntamiento de Madrid de 200 euros, eso sí, que se quedan en 100 si la abono sin rechistar. Como puede verse en la imagen, me pillaron circulando por la calle Alcalá de Madrid a las 00:57 del día de Navidad de 2022.

Había oído hablar del concepto «ZBE — Zona de Bajas Emisiones» que empieza a afectar a las grandes ciudades. Mi coche actual tiene la etiqueta medioambiental «C» con lo que se ve (algo) menos afectado por estas nuevas disposiciones, pero…no del todo, como he podido comprobar en carnes propias. Supongo que habrá colocada algún tipo de señal de tráfico en las posibles entradas a la ZBEDEP, pero conducir por Madrid, de noche y encima tratando de disfrutar un poco de la iluminación navideña hace complicado advertir señales indicativas de que estás cometiendo una infracción.

No quiero ni pensar en conductores de otras zonas de España que vengan a Madrid sin hacer un curso acelerado de ZBE's. Precisamente comentando este hecho con un amigo, me confesó que en los primeros días de este año de 2023 ha hecho el mismo recorrido, por lo que invariablemente le llegará la multa, salvo que la cámara delatora estuviera estropeada. Lo mejor es dejar el coche fuera de la ciudad, bordearla por la M-40 o M-50 —porque ojo a la M-30— y si se va al centro, o al barrio de las Letras, o la zona de Puerta de Toledo, o a la plaza Elíptica… mucho cuidado y en todo caso tener la precaución de meter el coche en un aparcamiento público y… apoquinar, que no son precisamente baratos. La alternativa, ya digo, curso acelerado de ZBE de todas y cada una de las ciudades por las que pretendamos circular.

Yo espero que con el tiempo los navegadores de tráfico para los vehículos informen pertinentemente de estas nuevas «trampas» para los conductores. Van mejorando mucho con el paso del tiempo, con indicación de radares fijos, por ejemplo, pero creo que todavía no informan de estas novedosas disposiciones zbeístas. De hecho, algunos de ellos que proliferan en los teléfonos móviles te indican que utilices el Bus Vao de acceso a Madrid sin más explicaciones, por lo que si no lo conoces… En todo caso, cuando incorporen este tipo de advertencias, será menester llevarlos conectados, aunque vayas a hacer el recorrido de toda la vida y que te sabes de memoria.

Ahora —en los próximos veinte días— toca enfrentarse al sistema de pago de multas del Ayuntamiento de Madrid. Espero que sea posible hacerlo de una forma sencilla a través de internet y no entremos en otros procesos estomagantes porque los que diseñan las páginas webs y los sistemas de pago de las entidades oficiales se las traen y cada uno tiene sus luces y sus sombras, que ponen los pelos de punta al sufrido internauta que quiere cumplir, muchas veces con más que dolores de cabeza.

Como ya es sabido, «ignorancia iuris non excusat», es decir, la ignorancia no exime del cumplimiento de la ley. En este caso y por cometer una infracción (13/105-GRAVE) me rascaré el bolsillo con prontitud para que el Ayuntamiento de Madrid disfrute de cien euritos producto de mi desconocimiento. Me gustaría conocer la estadística del número de infracciones diarias de este tipo cometidas por conductores, especialmente aquellos que no residan en Madrid.