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domingo, 25 de enero de 2015

MANTENIMIENTO



Somos poco dados a leer los folletos que acompañan a los diferentes cachivaches que vamos incorporando a nuestro entorno. No es mi caso, pues gusto de leer de forma exhaustiva todo lo que la empresa que me ha vendido el producto quiere decirme acerca de sus características, posibilidades, funcionalidades y… mantenimiento. Últimamente, por espacio y accesibilidad, procuro encontrar en la red el folleto de instrucciones de forma electrónica para guardarlo en mi disco duro y tenerlo a mi disposición consultable en cualquier momento. Si lo obtengo, el folleto de instrucciones en papel, cuando existe, va directamente al reciclaje; si no lo obtengo y no es demasiado largo lo paso por el escáner y ya en algunos casos lo guardo en papel, eso sí, la parte que corresponde al español, pues algunos son verdaderos tochos en mil y un idiomas que no me interesan para nada. Bien es verdad que alguna vez hay que considerar, dependiendo del aparato, guardar además las instrucciones en inglés, pues en alguna ocasión me he encontrado que la traducción al castellano deja mucho que desear y cuando me he encontrado con algún problema he podido solventarlo por las instrucciones en inglés y no por las de español.

Una parte importante de estos folletos es la relativa a las instrucciones de mantenimiento y conservación del aparato. Hace unos meses dio por finalizada su estancia entre nosotros un centro de planchado que era de los primeros que sustituyeron a la clásica plancha hace muchos años y que había sufrido varias reparaciones. Le llegó el momento como digo y hemos adquirido otro similar de la misma marca y potencia. Lo primero que hice antes de ponerle en marcha es descargar el folleto en formato «pdf» y hacer una lectura del que venía en papel, que era idéntico. Me llevé una gran alegría cuando descubrí que la puesta en marcha del aparato era un pelín complicada al contar con dos interruptores de encendido, uno para la caldera y otro para el aparato en general. Y digo que me llevé una gran alegría, entre comillas, por este pequeño truco porque mi mujer, al ir a encender el aparato pensó que no funcionaba: no se había leído el folleto y no sabía lo de este segundo interruptor, lo que me sirvió para recordarle aquello de que «hay que leer el folleto» y obtener la clásica respuesta de «siempre estás con lo mismo».

Una de las principales causas de muerte súbita de estos centros de planchado es por deterioro y oxidación del calderín, que tiene que soportar grandes presiones y temperaturas con una composición del agua que no es igual en Madrid que en Valencia, por poner un ejemplo, sobre todo en cuanto al contenido de cal. El folleto de instrucciones recomienda encarecidamente una limpieza regular cada dos meses más o menos que consiste en vaciar el calderín, rellenarle con un líquido anti cal y, en definitiva, limpiarlo y dejarlo listo. Yo me preguntaría cuantas personas que tienen este tipo de aparatos en sus casas efectúan estas operaciones de mantenimiento.

Pero como sugiere la foto que acompaña a esta entrada, la cosa va de grifos. Llevábamos unos días en que las duchas diarias de los miembros de la familia acababan siendo con agua templada o casi fría, lo que sugería una avería en la caldera. Sin embargo, la calefacción y el agua caliente del fregadero funcionaban correctamente. Avisado el servicio técnico, en cuanto le referimos los síntomas a Alex, un operario que ya es amigo de visitarnos cada año a hacer la revisión, su respuesta fue a la gallega con una pregunta directa. ¿Tenéis grifos termostáticos en las bañeras o duchas? Sorprendido pensé que me estaba gastando una broma, pero no. Una avería en un grifo de un baño afecta al circuito del agua caliente en general y provoca mezcla indeseada del agua y por tanto enfriamiento general incontrolado y no deseado. Se hicieron pruebas cerrando las llaves de paso de los baños y se comprobó que la aseveración de Alex era certera. Alguno de los dos grifos estaba averiado. Más pruebas para detectar de que grifo se trataba, nos llevó al del baño principal.

¿Llevan los grifos folleto en el que se recomiende mantenimiento de los mismos?. Pues sí. Si nos retrotraemos al pasado, no puedo olvidar la imagen de mi padre guardando cinturones y carteras viejas para fabricar con su cuero zapatas para cambiar las de los grifos de la casa, aquellos de rosca con una llave para el agua fría y otra para el caliente. Con el tiempo empezaban a gotear por no cerrar bien y había que hacer la operación de mantenimiento de sustituir la zapata, y lo mejor era el cuero. Mantenimiento al fin y al cabo. Luego llegaron los mono mando, con piezas cerámicas en su interior y que no necesitan mantenimiento.

Ya más adelante aparecieron los termostáticos, esos como el que ven en la imagen que son una delicia al fijar la temperatura que gusta a cada uno y ellos solitos, de forma mágica diría yo al no necesitar pilas ni energía para hacerlo, mezclan agua caliente y fría y la dejan a una temperatura constante y exacta a gusto del consumidor: una maravilla de la técnica.

Siguiendo las instrucciones de Alex, tocaba comprar un grifo nuevo y cambiarlo. Pero hete aquí que al hacerlo descubrí que el grifo no estaba realmente averiado: lo que ocurría es que no habíamos efectuado el mantenimiento recomendado en el folleto para un grifo de este tipo, y que dice que cada año hay que desmontarle y limpiarle los filtros que lleva y que evitan que las impurezas y piedrecitas que la compañía del agua nos suministra dañen las piezas cerámicas delicadas de su interior o, como ocurría en este caso, obstruyan el paso del agua. En mi caso, el filtro del agua caliente estaba prácticamente obstruido por las impurezas y el de agua fría no tanto. El grifo llevaba funcionando a un par de duchas diarias cuando menos durante once años, sin mantenimiento. Limpieza de los filtros, en este caso cambio de los mismos, y a funcionar de nuevo.

¿Tiene Vd. grifos termostáticos en su vivienda? ¿Hace el mantenimiento de los mismos?



domingo, 18 de enero de 2015

GRANDESPROFES



Se celebraba por tercer año consecutivo y yo no me había enterado en los dos anteriores. En esta ocasión, la participación del caballero que ven en la imagen, al de más altura tanto física como personal me refiero, llamó mi atención porque soy un seguidor incondicional de Mario Alonso Puig desde que historias suyas se cruzaran en mi camino hace ya muchos años en las páginas de la revista de motor del Race, como ya dejara constancia en este blog en la entrada titulada MARIOALONSOPUIG en diciembre de 2008, hace ya la friolera de seis años. Como buen e incondicional seguidor de dn. Mario, su participación hizo saltar las alarmas que me ponen en marcha para asistir a sus actos siempre que me sea posible. Y es que era uno de los ponentes en el evento #GRANDESPROFES organizado por la Fundación Atresmedia en el incomparable marco de la Sala 25 de los cines Kinnepolis, en la madrileña localidad de Pozuelo. Y es que esta sala 25 es especial; ver o desarrollar cualquier cosa en ella tiene el éxito asegurado. Quién no la conozca y tenga oportunidad que se acerque un día y no elija una película de las que estén en cartel, sino que opte por la propia sala y se trague la que pongan en ella, le guste o no. Es como ir a un teatro antiguo por primera vez, que solo con ver el local la obra representada es casi lo de menos.

En este marco tan espectacular y con una organización impecable de medios humanos y materiales, el evento fue una delicia. En estos tiempos que corren, el que fundaciones de empresas comerciales, que están en este mundo para ganar dinero, dediquen parte de sus medios y sus beneficios a actos de este tipo es muy loable y de agradecer sinceramente y yo lo hago desde aquí. Y es que además el colectivo de maestros y profesores, de la educación, vilipendiados por unos y otros, cuestionados y criticados, se merecen un reconocimiento de este tipo y darse un baño conjunto que les haga tomar conciencia de su importancia en la vida de las personas, especialmente a edades tempranas. Como se dijo, dejamos nuestros hijos muchas horas al día, muchos días a la semana, y durante muchos años en manos de estas personas que sin duda serán de vital importancia y marcaran sus vidas. Por ello, y aunque solo sea por egoísmo personal, debemos de hacer todo lo posible para tratar de que sean los mejores.

Según comentaron, cerca de mil quinientas personas estábamos presenciando el acto en directo en la propia sala 25 y en otras dos anexas con retransmisión simultánea, pero se estaba igualmente transmitiendo en «streaming» en la red, con lo que los seguidores en directo eran incalculables a tenor de lo que se podía leer en twitter donde alguna foto había de personas haciendo la comida y con la tableta al lado siguiendo el evento. Y una cosa que yo quiero manifestar aquí, como ya lo hice a través de twitter, es mi agradecimiento por la organización del acto, a todas luces difícil y complicada por la cantidad de asistentes, con mención especial a la PUNTUALIDAD EXQUISITA, un bien escaso, desde el comienzo hasta el final, a pesar de la mala o poca educación de algunos, y eso que eran maestros, que desoían la recomendación de ocupar sus asientos e insistían en hacerse fotos con o recabar autógrafos de alguno de los ponentes.

Las intervenciones tuvieron una duración casi milimétrica alrededor de los veinticinco minutos. Inició las mismas Elsa Punset hablando del aula emocional, centrando su ponencia en tres ideas acerca de los niños: digitales, emocionales y sobre todo entrenables. Muy interesante y con algunos vídeos muy graciosos de experimentos realizados con niños, su disertación está disponible en este enlace. A continuación el doctor Mario Alonso Puig nos habló de los estados de ánimo, su impacto y su gestión. Que voy a decir yo de este hombre que me subyuga con su palabra y sin violencia, su historia inicial de Ben Carson es como para aprendérsela de memoria y su alegato final a los asistentes, todos con los ojos cerrados siguiendo sus palabras salvo alguna enfrascada en su tableta, acerca de cómo valorarnos a nosotros mismos, lo hagan o no los demás, fue memorable. No se pierdan esta comunicación disponible aquí.

La siguiente ponente era María Garaña, presidenta de Microsoft España y que a mi juicio estuvo un poco espesa y no conectó tanto con la audiencia y eso que estábamos entregados, hablando de nuevas tecnologías aplicadas a la educación, un tema a todas luces interesante. Tras un descanso con café y pastas, en el que yo me dediqué a perseguir a Mario como persiguen otros a los Ronaldo o los Messi para hacerme la foto con él, retomaron el acto tres equipos de maestros refiriendo sus especiales proyectos para dar paso al conocido «hombre del tiempo» Roberto Brasero que en una emotiva charla nos enseñó sus técnicas y sus herramientas para desarrollar una comunicación eficaz, no solo en las aulas sino en la vida. Imágenes graciosas de hechos en los platós provocaron la risa del público como puede verse aquí. Y ya como acto final, el profesor y discapacitado Xavier Valbuena, eso de discapacitado es un decir, nos puso la piel de gallina con su impactante historia de cómo alcanzó el polo sur en la Antártida en compañía de otros dos discapacitados. Un ejemplo de superación en el que nos debe quedar la idea, ya mencionada con anterioridad por Mario Alonso y a la que hizo referencia, de que no hay que plantearse si podemos hacer las cosas, sino el cómo podemos hacerlas. No se pierdan la intervención de Xavier, veinticuatro minutos para recordar.

A la salida, por si uno no se llevaba un buen sabor de boca, un aperitivo del que no probé nada por la prisa que llevaba permitiría a los asistentes debatir y compartir ideas, teléfonos y correos electrónicos que a buen seguro serán motivo de nuevas experiencias en el futuro. Yo compartí algunas cosas con mi vecina de asiento, María, una maestra pública que se había desplazado desde Valencia con la única finalidad de asistir al acto. Mereció muy mucho la pena según ella.

Y ya para terminar, un regalito para los incondicionales como yo de Mario Alonso Puig. Se trata de una recopilación que he efectuado de sus mejores artículos y entrevistas en formato pdf y en los tres formatos más comunes para los lectores electrónicos, epub, fb2 y mobi, que puede descargarse haciendo clic en este enlace. Pero nada como acceder a youtube y, usando el buscador, localizar y disfrutar de las innumerables intervenciones disponibles de mi muy querido doctor devenido en conferenciante.

domingo, 11 de enero de 2015

GRAFÍA



Es muy cierto que cada vez se escribe menos a mano. Abandonada la época colegial, reducidas las epístolas casi a la nada y generalizado el uso intensivo de aparatos electrónicos tales como ordenadores, tabletas o teléfonos móviles, la sociedad actual utiliza poco los clásicos lápiz y papel para recoger notas. Incluso en ambientes universitarios es ya muy frecuente que los alumnos tomen los apuntes directamente en tabletas u ordenadores portátiles, lo que por otro lado sirve para dejarlo guardado directamente de forma electrónica. Bien es verdad que hay dispositivos que son capaces de transmitir a un ordenador lo que vas escribiendo en papel e incluso pizarras que son capaces de digitalizar lo que en ellas va garabateando el profesor o ponente y transmitir la información de forma inmediata al correo electrónico de los asistentes.

He sido de siempre un enamorado de la estilográfica, desde que de muy pequeñito viera a mi padre usarla con profusión, siempre con su tintero de tinta azul, la había negra, de la marca Pelikan. Yo incluso llegué a utilizarla en mis estudios a partir de quinto de bachillerato pero recuerdo que no me llevaba el tintero al colegio, por lo que en algunas ocasiones en las clases de la mañana agotaba el depósito y tenía que pasar a la escritura a bolígrafo hasta volver a casa a la hora de la comida y manipular el émbolo para recargar. Más adelante inventaron aquello de los cartuchos que es mucho más cómodo, sobre todo porque permite llevar repuesto encima sin peligro de derrames imprevistos que te desgraciaban la ropa o los libros o cuadernos de la cartera si por algún casual se producía un derrame.

Como soy de costumbres fijas sigo utilizando bolígrafo y papel para tomar notas cuando asisto a clases o charlas. He intentado llevarme la tableta o el ordenador, pero no me apaño. Eso sí, cuando llego a casa los papeles van directos al escáner para quedar archivados electrónicamente. No es lo mismo tener la información disponible y manejable en un documento electrónico de tipo word que en un documento de tipo pdf, pero desde el punto de vista de la documentación y el recuerdo me doy por satisfecho.

Donde sí que me he modernizado es en el asunto diario. Siempre utilizo camisas con bolsillo, en el que antaño llevaba prendido un bolígrafo y una carpetilla con hojas para poder tomar una nota en cualquier momento. Mis amigos me llamaban cariñosamente «cartulinitas» pero algunas veces eran ellos mismos los que me solicitaban bolígrafo y papel para apuntar un teléfono, un correo electrónico o el nombre de ese libro o película que les estabas recomendando. Ya he abandonado esa práctica y he sucumbido al teléfono móvil, donde apunto las cosas o incluso, más moderno, las grabo de viva voz que es más rápido y cómodo. La tecnología viene a socorrernos y en mi caso se ha acabado un problema que me presentaban las cartulinas en el bolsillo, especialmente en verano, cuando por el sudor me han llegado a desteñir y producir manchas en la ropa que no había manera de quitar, lo que me obligaba a llevar un protector de plástico para evitarlo. El teléfono no mancha ni destiñe.

Y hablando de asuntos de manuscritos y escritura, revisando algunas notas hace unos días me he dado cuenta de un asunto que ha llamado poderosamente mi atención y me ha dado que pensar, porque no encuentro una razón que me lo explique. En la caligrafía que aprendimos de pequeñitos en el colegio, a base de rellenar planas y planas de los cuadernillos «Rubio», que por cierto siguen existiendo, la letra «a» era redondilla y con rabillo abajo a la derecha. Si Vd. se fija en las «aes» electrónicas minúsculas que tiene este escrito y en general todos los escritos a máquina de escribir u ordenador, la grafía de la «a» es distinta. Supongo que hoy en día están admitidas las dos formas y debe ser la única letra del abecedario que presenta esta dualidad de formas.

Como puede verse en la imagen que acompaña a esta entrada y que es un extracto de unos apuntes tomados por mí, empleo sin ton ni son una u otra forma de la «a» en mi escritura, inclusive en la misma palabra. Son notas tomadas rápido y nunca había caído en esta dualidad a la que por más vueltas que le doy no encuentro explicación. En la misma palabra, como la ampliada, he empleado una u otra grafía. Lo único que se me ocurre es que depende de la letra anterior, pero eso tampoco me lo explica siempre. Entonces, ¿cúal es la razón?

Y hablando de letras y escritura, no me resisto a finalizar esta entrada sin dejar una imagen de la letra de mi padre, que debía gastar la tinta por metros cúbicos, pues se pasaba el día escribiendo en todo tipo de papeles y tomando nota de todo. Le gustaba escribir de todo lo que se le ocurría. Algún día traeré a colación las hojas excel que se fabricaba a mediados del siglo pasado cuando este concepto no había nacido.




domingo, 4 de enero de 2015

«PROPÓSITOS»



Según estudios de los desconozco su nivel de fiabilidad, la mitad de la población dedica los últimos días de un año que termina a hacer elucubraciones sobre unas cuantas intenciones a realizar en el comienzo del nuevo año. Se piensan, se repiensan y se toma la decisión de acometer uno o varios proyectos en cuanto comience el año, el mismo día 1. Llegada la fecha, se procrastina y se decide demorar un poco el comienzo efectivo «hasta que pasen las fiestas» y una vez dejadas estas atrás, inmersos en la vorágine, se olvidan. Todos los años la misma cantilena aunque sabemos por experiencia que raramente se cumplen.

Por lo general, las intenciones tienen relación con temas de salud personal, tales como hacer una dieta para perder peso, dejar de fumar o beber, hacer ejercicio de forma regular o similares, aunque también se barajan temas como contactar con amigos o conocidos a los que hace tiempo que no ves,  estudiar inglés o alemán de una vez por todas, ser más amable con la gente,  colocar ese cajón lleno de papeles o subir con decisión al trastero y vaciarlo de cachivaches inservibles.

La realidad es que pocas de esas intenciones firmemente decididas tienen éxito; muchas de ellas ni se llegan a poner en marcha y las que se inician, por lo general, se diluyen y acaban sucumbiendo a las pocas semanas. Los compromisos con uno mismo o con los familiares y amigos que nos rodean suelen tener poca fuerza.

Y es que cuando uno tiene que hacer cosas que se consideran importantes y que por ello requieren un esfuerzo, cualquier día del año es bueno para comenzarlas. Pongamos el ejemplo de una dieta para perder esos kilos de más que nos atormentan desde hace siglos. Un buen momento para comenzar sería antes de las navidades, pero lo que es común es postergar su inicio para después y con esa excusa aprovechar las comilonas navideñas para ponernos ciegos. Y como digo, luego nada de nada, nuestras debilidades florecen por encima de nuestras fortalezas y esa mal llamada fuerza de voluntad no aparece ni por asomo. Pero ya se sabe, un año tras otro, que somos débiles y la experiencia no nos sirve para de una vez por todas abandonar esta práctica de los propósitos del Año Nuevo.

Y es que lo importante sería incorporar en nuestra vida diaria esos cambios que queremos llevar a cabo de forma que sean una cuestión normal sobre la que no haya que estar tomando decisiones acerca de si se acomete o se deja de acometer. No me imagino a nadie tomando la decisión diaria acerca de si cepillarse o no los dientes ese día o ducharse u otras actividades que realizamos a diario de una forma automatizada. La idea es incorporar de forma gradual pequeños cambios que se vayan añadiendo a nuestro devenir que de una forma natural, sin esfuerzo y sin darnos cuenta estemos consiguiendo esos beneficios derivados de los mismos.

En la red hay numerosos consejos acerca de este tema. De este enlace he extraído estos nueve

 » Elegir una meta realista y específica
 » Centrarse un solo propósito
 » No esperar justo a la víspera del Año Nuevo
 » Comenzar poco a poco
 » Evitar la repetición de los errores cometidos en el pasado
 » Recordar que el cambio es un proceso
 » No dejarse vencer por un pequeño desliz 
 » Buscar apoyos
 » Renovar la motivación

Aunque ya estamos avanzados en el milenio, en su día se establecieron también a nivel internacional propósitos para el mismo, concretamente ocho, que relaciono a continuación. Hemos entrado en el año quince, o dieciséis que nunca está claro, del milenio y me temo que su pleno desarrollo está todavía por llegar.

» Erradicar la pobreza extrema y el hambre 
» Lograr la enseñanza primaria universal 
» Promover la igualdad de género y empoderar a las mujeres 
» Reducir la mortalidad infantil 
» Mejorar la salud materna 
» Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades 
» Garantizar la sostenibilidad ambiental 
» Fomentar una asociación mundial para el desarrollo

 Un propósito que todos los años se acerca a mi mente es dejar de escribir semanalmente en este blog, porque las ideas se van agotando. Pero, una vez más, he desechado la idea y seguiré intentando juntar unas cuantas letras para aburrir un poco a los lectores que se acerquen por aquí.