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lunes, 9 de noviembre de 2009

SUDOKU


Me encontré con este pasatiempo a principios del verano de dos mil cinco. Antes de entrar al trabajo, paraba en una cafetería en las inmediaciones del mismo para tomar café y no entrar tan pronto a “no trabajar”. Llegaba con antelación, por mor de no tardar demasiado en los atascos de la carretera, por lo que disponía de casi una hora que aprovechaba para tomar café y echar una ojeada a los periódicos del día. Dependiendo de las peleas entre los clientes se podía acceder a uno u a otro. El más solicitado era “El Mundo” y fue este diario el que popularizó el juego, entretenimiento o como queramos llamarle denominado “SUDOKU”. El popular británico “The Times” lo había empezado a publicar a finales del año anterior, pero al parecer los primeros vieron la luz a finales de los años 70 en New York aunque no tuvieron mucho éxito, siendo retomado el concepto en Japón a mediados de los años ochenta. De ahí el nombre, que en japonés significa “números solos”.
El modelo clásico es un cuadrado de 9 x 9 celdas dividido a su vez en 9 sub celdas de 3 x 3 cuadrículas. La solución consiste en rellenar todas las celdas con números del 1 al 9 de forma que no se pueden repetir ninguno ni en una fila, ni en una columna ni en una sub-celda. Esta norma sirve a su vez como regla para la solución, al ir descartando posibles números a colocar en cada celda en función de que ya existan en la columna, fila o cuadrícula a que pertenece.
Los buenos “sudokus” tienen una solución única. El grado de dificultad viene dado por la disposición y la cantidad de números suministrados como punto de partida para empezar el juego. En todo caso es un tema de paciencia y de evaluar los posibles números a situar en cada celda, pero con la experiencia y con publicaciones que existen se pueden aprender determinadas reglas que facilitan la labor y que muchas veces sin ellas no llegamos a resolver.
Aunque es un juego muy antiguo, ahora, cuatro años después casi todo el mundo lo conoce, bien porque se ha aficionado a resolverle o bien porque lo ha visto en todas partes: incluso en el metro se puede ver a personas lápiz en mano atacando cuadernos repletos. Incluso mi teléfono móvil, ya antiguo, tiene la posibilidad de resolver sudokus.
Aunque las bases de los cuadrados mágicos parece remontarse al siglo VIII por árabes y judíos, la conceptualización más reciente es debida a Leonard Euler, un matemático suizo del siglo XVIII. En sus estudios sobre probabilidades, definió los “cuadrados latinos” para estimar que existían infinitas posibilidades de colocar los números sin repetirlos. Hay mucha información en la web, Una página que me ha parecido interesante, donde entre otras cosas figura una historia bastante detallada es
http://www.playsudoku.biz/
Volviendo a mi relación con los sudokus, me llevaba a la cafetería matutina una plantilla que había fabricado por ordenador para copiar del periódico el sudoku del día y así poderlo resolver sin estropear el periódico, que al fin y al cabo no era mío y otros clientes podían venir detrás y no parecía de buen gusto encontrarse el sudoku resuelto. Me aficioné aquel verano a resolverlos, incluso los domingos como manera de pasar el tiempo. Por otro lado, este tipo de pasatiempos son buenos para mantener activa la mente y hay estudios que lo recomiendan para retrasar e incluso detener enfermedades cerebrales degenerativas como el Alzheimer o similares.
Seguro que ha llamado la atención la expresión “no trabajo” que he empleado en el primer párrafo, pero así era en realidad. Por motivos que no vienen al caso y que nunca entendí, en aquella época mi jefe o jefes me tenían bastante desatendido en cuanto a asignarme cometidos, por lo que disponía de mucho, demasiado, tiempo libre a lo largo de mi jornada. Dada mi condición de informático, me entretuve en confeccionar un programa para resolver sudokus que fui complementando poco a poco con nuevas reglas. Todos los sudokus con los que le puse a prueba fueron solucionados, menos uno. Me costó trabajo encontrar la solución, que creía al principio que no la tenía, y era debido a una combinación de reglas, muy rebuscada, que no había implementado en mi programa. Nunca la llegué a implementar, aunque la tengo apuntada y quizá ahora sea un buen momento para intentarlo, más que nada por aquello de confiarle robustez al programa y “que no se diga”.
Con el tiempo llegaron a aburrirme los sudokus, aunque ahora de vez en cuando me pongo manos a la obra con alguno. Has variantes más o menos entretenidas que van saliendo con el tiempo. Una de las que más me atraen es la denominada “KILLER”, traducido “matador”, en el que las reglas son las mismas pero las pistas que se suministran no son números sino la suma de varias casillas que se indican mediante líneas discontinuas. Aquí hay que saber que la suma de los números del 1 al 9, ambos inclusive, es 45, por lo que una fila, una columna o una sub-celda tiene que sumar 45.
El diario “El Mundo” sigue publicando sudokus a diario y los fines de semana nos brinda el conocido como “SAMURAI” que consta de cinco sudokus en forma de “x” enlazados por uno central que comparte con los anteriores sus cuatro esquinas. El que ilustra esta entrada es un ejemplo de “samurai” resuelto.