En estos últimos meses, seguro que por casualidad, he tomado contacto con diversas fuentes que han provocado algunas reflexiones acerca de este concepto o constructo, definido de forma algo anticuada o por lo menos discutible en el diccionario: “Unión de hombre y mujer concertada mediante determinados ritos o formalidades legales”. En el caso de personas católicas, el asunto adquiere condición de sacramento e implica la ligadura perpetua con arreglo a las prescripciones de la Iglesia, aunque ya nos hacíamos algunas preguntas acerca de la duración en los párrafos finales de la entrada
OBSTINACION.
La primera de las fuentes que quiero traer a colación aquí es la película “El Cambiazo”. Una película de la que no había tenido noticias, que encontré por casualidad y que según empecé a visionar me fue gustando más y más. El argumento es muy simple: dos amigos de la universidad se encuentran tras unos cuantos años. Uno de ellos está casado con una mujer maravillosa, tres hijos pequeños, cargo de importancia en su trabajo, buena casa, mejor coche, hogareño, enamoradísimo de su mujer, un encanto de hombre en suma. El otro es un verdadero crápula en su acepción tercera, soltero, trabaja a lo que sale, un apartamento desordenado y una vida más o menos a lo “carpe diem”, famosa locución latina acuñada por Horacio hace ya unos cuantos años y que viene a significar que aproveches el momento y no lo malgastes. Mientras toman unas copas y alcanzan un cierto estado de embriaguez, uno al otro se comentan que les gustaría estar en el papel del otro. Por aquellas cosas de la magia de las películas se invierten sus mentes pero no sus cuerpos y desde ese mismo momento empiezan a tener que vivir cada uno de ellos en el ambiente del otro.
Las situaciones que se generan son muy buenas y están muy bien concebidas y desarrolladas en la película. Hay treinta y tres segundos memorables en el ascensor de la empresa donde trabaja el vamos a llamar “serio” que contienen una definición del matrimonio. El crápula le pregunta al serio, que le está dando instrucciones de como comportarse: “Si no me puedo acostar con mi mujer, si no me puedo acostar con otras… ¿esto qué es? La respuesta es escueta: El matrimonio. Al final está la oportunidad de volver a la situación normal, que ambos anhelan, pero que retrasan porque tiene algunos líos en marcha en su nueva situación que perderían si volvieran a la anterior. Subí a “YouTube” este extracto de los treinta y tres segundos y mandé el enlace a algunos amigos e incluso lo mencioné en “twitter”, pero al poco tiempo recibí un correo donde se me explicaba que era contenido protegido y me conminaban a retirarlo, cosa que hice. En fin, es una película relativamente reciente, de 2011, que recomiendo buscar, ver y disfrutar. Yo colecciono películas que pueden servir como base de terapia psicológica y esta es la última dada de alta en el repositorio.
El segundo hecho acaecido con relación al tema ha sido el ver a una persona en el metro leyendo un libro que era continuación del titulado “Contra el viento del norte”, de Daniel Glattauer. Todo el libro es una sucesión de correos electrónicos que un profesor universitario intercambia con una mujer “felizmente casada” y madre de dos hijos. Destila ingenio y se lee en un periquete y es una de las nuevas formas de “relación” potencialmente clandestina que, al menos en los primeros escarceos, puede llevarse con total anonimidad. A raíz de este libro, cuya reseña y comentario puede verse en este
enlace, he visionado la película “Tienes un e-mail”, que ya había visto hace años, pero que he vuelto a disfrutar enormemente. Recomendada y también tiene algo-mucho que ver con este asunto de las parejas y los matrimonios.
Antes de seguir e introducido con posterioridad a la primera publicación del post, me recuerda mi buen amigo Félix un libro que me prestó y leí hace unos años titulado
"De cómo superar el matrimonio en quince días y vivir con la obsesión eternamente" de Javier Ortiz. Un librito con algunos años ya que se lee en un santiamén. Mucha información y puntos de vista sobre esto del matrimonio, la pareja, lo hijos y la sociedad. Se lee bien, es ameno y da que pensar a cada uno lo que quiera pensar, aclarando muchas cosas según el punto de vista del autor y de un supuesto amigo. Entretenido y curioso si se quiere dedicar un poco de tiempo a ahondar en estos conceptos.
Y ya siguiendo con esta entrada, un tercer hecho ha sido la recepción de un correo electrónico donde, todavía, se acompañan chascarrillos. Las frases sobre el matrimonio que copio a continuación son de un tinte que pudiera ser considerado machista, pero tienen su filosofía si se profundiza en ellas en lugar de matar al mensajero. De algunas no figura el autor. Helas a continuación.
Por todos los medios, cásate. Si tu mujer es buena, serás feliz. Si tu mujer es mala, serás un filósofo. Sócrates.
Yo me casé con doña "Tengo Razón". Solo que no sabía que su apellido era "Siempre".
¿Sabes qué hice antes de casarme? Lo que quería. Henny Youngman
Después del casamiento, marido y mujer se vuelven caras de una misma moneda; no pueden verse, pero siguen juntos. Hemant Joshi
Las mujeres nos inspiran grandes cosas, … y no nos dejan conseguirlas. Dumas
Recientemente leí que el amor es una cuestión de química. Debe ser por eso que mi esposa me trata como si fuera un desecho tóxico. David Bissonette
Crucé unas palabras con mi mujer, y ella cruzó unos párrafos conmigo.
No me preocupa el terrorismo …Estuve casado por diez años. Sam Kinison
Ya hace 18 meses que no hablo con ella... es que no me gusta interrumpirla.
Dos secretos para mantener vivo el matrimonio. Cuando estés errado, admítelo y cuando tengas la razón, cállate. Nash
Algunas personas nos preguntan el secreto de nuestro largo matrimonio. Nos reservamos tiempo para ir a un restaurant dos veces por semana. Luz de velas, cena, música suave y baile. Ella va los jueves y yo los viernes. Henny Youngman
La manera más efectiva de recordar el cumpleaños de tu esposa es olvidarlo una sola vez.
Una buena esposa siempre perdona a su marido cuando está equivocada. Milton Berle
El matrimonio es una relación entre dos personas, en la que una siempre tiene razón, y la otra es el marido.
Las ex-esposas te trataran el resto de tus días como si aún lo fueran. Oscar Saidon.
Siempre que salimos mi mujer y yo, caminamos tomados de la mano. Si la suelto, se pone a comprar.
Mi esposa y yo fuimos felices por veinte años. Después nos conocimos. Rodney Dangerfield.
Ella tiene una batidora eléctrica, una tostadora eléctrica, una máquina de hacer pan eléctrica... Un día me dijo: "Caramba, tenemos un montón de aparatos eléctricos y no tenemos nada para sentarnos...". Pensé comprar una silla eléctrica pero desgraciadamente me contuve...
Cuando un hombre te roba tu mujer no hay mejor venganza que dejar que se la quede. Sacha Guitry
Tengo que admitir que nuestra última discusión fue culpa mía. Cuando ella me preguntó: "Que estás viendo en la tele?” Yo le contesté: "Bastante polvo. Deberías limpiar".
Un día se estropeó nuestra cortadora de césped eléctrica. Mi mujer me colmaba la paciencia dándome a entender que yo debería arreglarla. Por mi parte, siempre acababa teniendo otras cosas más importantes que hacer, como lavar el coche, hacer un informe, en fin, lo que para mí parecía más importante. Un día ella encontró un muy sutil modo de convencerme: cuando llegué a casa, me la encontré agachada en el césped, que estaba muy alto, recortándolo con su tijerita de costura. Eso me llegó al alma, me emocioné y decidí entrar en la casa y volví después de unos minutos, llevándole su cepillo de dientes. Se lo entregué, y se me ocurrió decirle: “Cuando termines con el césped, podrías también barrer el patio“. Después de aquello, no me acuerdo de nada. Estoy en blanco.
La gran pregunta... que no he podido responder es… ¿Qué quiere una mujer? Sigmund Freud