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domingo, 16 de febrero de 2025

ENCARECIMIENTO

Recogiendo papeles y enseres en la casa de una tía fallecida hace unos años, apareció el documento que sirve de encabezamiento a esta entrada; se trata de una factura por la operación de cataratas, en ambos ojos, realizada en un ya lejano noviembre de 1967. La cuestión que se me plantea es… ¿era mucho o poco dinero el montante de 40.000 pesetas en aquel año?

En un curso realizado hace tiempo sobre la magna obra de Felipe II en El Escorial, se planteó una cuestión similar acerca del coste del Monasterio del Escorial, construido entre 1563 y 1584, si bien, no todo acabó allí ya que algunas partes —los Panteones Reales, por ejemplo— quedaron inacabadas y pendientes. La pulcritud en las cuentas que el religioso jerónimo y obrero mayor fray Antonio de Villacastín, que todo lo anotaba, nos permite conocer los dineros invertidos. El reputado investigador César Cervera dice que… «Los cálculos más conservadores situaron la cifra en 6,5 millones de ducados, más de los ingresos de Castilla durante todo un año». Es conocido que Felipe II «no quería que se supiera a ciencia cierta el valor preciso y concreto de la obra». Ducados, maravedís, oro… el problema es determinar cuántos euros supondría en un día como hoy de febrero de 2025. Hay muchos cálculos, pero dejémoslo estar.

Lo que si resultaría interesante es conocer, en relación a la operación de cataratas de mi tía cuanto serían hoy esas 40.000 pesetas de 1967. La cercanía en el tiempo nos permite conjeturar más acertadamente sobre el asunto. Hay algunas páginas web que ofrecen calculadoras que realizan los cálculos de forma aséptica —en función de la inflación conocida— o en forma relativa —según precios y salarios de la época y actuales—.

40.000 pesetas en 1967 serían 240,40 euros. En un cálculo matemático teniendo en cuenta las tasas de inflación de los años transcurridos obtendríamos un valor actual de 7.272,25 euros. ¿Cuánto costaría una operación, privada, de cataratas? Hay que tener en cuenta que hay una amplia casuística tanto de las propias cataratas como de la forma de abordar la operación, con implantación de lentes internas que pueden solucionar no solo las cataratas sino algún otro problema de la visión. Tarifas obtenidas en diferentes páginas web de reconocido prestigio arrojan precios que oscilan entre 1.500 y 3.000 euros cada ojo.

Según estas cifras, se pudiera deducir que la operación de cataratas se ha abaratado con el paso del tiempo, pues en estaríamos hablando de 6.000 euros frente a los 7.200 calculados. Pero…

En el año 1967 surgió un problema en mi casa. Yo había aprobado segundo de bachillerato presentándome por libre al Instituto de Enseñanza Media de Ávila. En mi localidad no había colegio o instituto público donde continuar mis estudios; la única posibilidad estribaba en uno privado en el que el coste de las clases de tercero de bachillerato superaba las novecientas pesetas mensuales. Por este hecho recuerdo que el sueldo de cartero urbano de mi padre era inferior a las tres mil pesetas mensuales, con lo que habría que destinar un tercio del mismo a mis estudios. Una familia de cuatro hermanos, abuela… Mi padre se empeñó en que continuara mis estudios y para ello se buscó un trabajo de administrativo, primero en un vivero y posteriormente en una empresa de construcción en la que a partir del año siguiente empecé a trabajar yo para costearme los estudios.

Con esta referencia… el sueldo de un cartero urbano en 1967 era de tres mil pesetas, la operación de cataratas de mi tía suponía el equivalente a más de TRECE meses de trabajo. Hay que decir, de pasada, que mi tía, sin hijos, era una industrial pudiente en lo económico y seguramente no tuvo ningún roto económico en sus finanzas para abonar la operación. Pero el dato es significativo: TRECE meses de salario.

Si establecemos un salario medio de un cartero urbano de hoy en día en 1.500 euros y el coste alto de la operación de cataratas de los dos ojos en 6.000 euros, vemos que solamente serían necesarios CUATRO meses de salario para afrontar la operación. De cuatro en la actualidad a trece en 1967 hay una gran diferencia, que no ha sido detectada si nos atenemos al cálculo frío de la inflación como hemos visto.

Con ello, podemos deducir de forma efectiva y realista que la operación se ha abaratado, y mucho, con el paso de los años.

Me vienen a la cabeza otros cálculos similares. En 1973 compré mi primer coche, un Seat 127, en el precio total de 107.000 pesetas. Por aquel entonces yo ganaba 22.000 pesetas mensuales, con lo que eran necesarios CINCO meses de salario para la adquisición. Los precios de los coches hoy en día tienen una amplia horquilla, pero hoy en día un coche que podríamos considerar similar a aquel 127 que estaba en los escalones inferiores, en un precio de 16.000 euros. Serían en la actualidad necesarios algo más de DIEZ meses de salario, es decir, el doble que en 1973. Podemos hablar de pisos y viviendas…

Todas las comparaciones son odiosas. Los precios y los conceptos que he manejado en esta entrada son susceptibles de múltiples opiniones y ajustes. Pueden servir como mera referencia, pero en el caso de la operación de cataratas ha sido muy revelador.

Por cierto, uno de los conceptos empleados en este escrito ha sido inflación. Lo hubiera escrito con dos «ces», pero no, es con una. El vocabulario es muy rico y siempre podemos estar aprendiendo y corrigiendo. Por cierto, en estos últimos tiempos ha aparecido una similar, «reduflación» que nos quedamos sin saber si es con una  o con dos «ces», porque no está (todavía) en el diccionario. Mientras que la inflación hace referencia a dinero, la reduflación hace referencia a pesos y cantidades, porque se trata de… «el proceso en que las mercancías se reducen en tamaño o cantidad, mientras que sus precios siguen siendo los mismos o aumentan».