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domingo, 23 de noviembre de 2025

INSOMNIO

A poco que revisemos la historia conocida de la especie homo en los últimos doce mil años, nos daremos cuenta de que el progreso diferenciador con otras especies ha estado basado en la cooperación de unos con otros. Cuando de cazadores-recolectores subsistiendo en grupos reducidos pasamos a agricultores-ganaderos en grupos progresivamente más grandes, la subsistencia ya no era el primer asunto de que ocuparse, dando paso a mejoras significativas en la vida.

Pero no siempre esa colaboración y ese progreso se han enfocado en mejoras para la colectividad. No hay nada más que pensar en estos años en los dispendios empleados en tecnología de armamentos que no sirven para mejorar la vida de las personas sino para destruirla.

A lo largo de los últimos años, la tecnología —industrial y comercialmente— ha enfatizado en hacer cada vez más accesible a la individualidad posibilidades antes reservadas a grandes empresas o gobiernos. Por citar algún ejemplo, en los años 70 del siglo pasado, los ordenadores estaban reservados a grandes empresas mientras que ahora tenemos varios en casa —uno por individuo en muchas ocasiones— e incluso lo llevamos en nuestro bolsillo en forma de teléfono inteligente. O cuando la toma, transmisión y almacenamiento de imágenes estaba reservada a grandes corporaciones tipo Radio Televisión Española y ahora cualquier persona puede grabar, manipular y transmitirlas. Hay muchos ejemplos más en este sentido, no se trata de ser exhaustivo.

Durante (casi) toda mi vida he dormido bien, las horas convenientes con sueño profundo y reparador. Pero hace algunos años me pilló (vocablo irreverente) mi médico de cabecera y me metió en ese asunto tan controvertido del colesterol. Los seguidores de este blog conocerán mis planteamientos sobre el colesterol, que ya resumí en una charla titulada «El colesterol visto por un profano» que está disponible en Youtube en este enlace.

Volviendo al apartado del insomnio, empecé a tomar estatinas para tratar el colesterol y mi sueño cambió… para mal. Hace años que no duermo bien. Según el prospecto de las estatinas, una de cada cinco personas —una de cada cinco— tendrán problemas de sueño como efecto secundario. Las estatinas han supuesto un gran avance para la humanidad, especialmente para las cuentas de resultados de las compañías farmacéuticas. Observo todo lo que se ha llamado higiene del sueño y nada, no hay manera de dormir bien y de forma regular. La opción de las pastillas para dormir que me ofrece mi médico no es una opción que quiera atender al menos por el momento.

Paseando esta semana, me encontré con un trailer enorme de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica —SEPAR— en su proyecto «Sleep on the road» para acercar a la población a la importancia de un sueño saludable. Animado por la curiosidad y por mis idas y venidas con el asunto del insomnio, me interesé. Un folleto con consejos para dormir bien y una invitación a pasar a un interior muy agradable, muy bien montado, con teconología a raudales y un equipo de médicos y profesionales con un trato exquisito. Me sometí a las pruebas que ofertaban. Primero de todo, te tendían durante tres minutos en un colchón plagado de sensores que, combinados con los datos de peso, altura, presión arterial y medidas de la cintura y del cuello, obtenían un cribado sobre el riesgo de tener problemas de sueño. El resultado de esta primera prueba fue, en mi caso, moderado, es decir, que conviene interesarse con un neumólogo sobre posibles apneas o problemas de sueño.

Pero… ahí no quedó la cosa. De forma gratuita me proporcionaron el equipo WatchPathONE que se ve en la imagen que encabeza esta entrada.

WatchPAT® utiliza una señal única llamada PAT® (Tono arterial periférico) para medir los eventos de apnea del sueño. El dispositivo detecta eventos respiratorios basados en el análisis de la activación simpática, que se refleja en el señal PAT® y frecuencia cardíaca, y la medición de SpO2..PAT® es una tecnología única para realizar mediciones sensibles y precisas de la señal del Tono Arterial Pulsátil (medición de cambios en el volumen arterial pulsátil en el dedo).Los despertares a causa de eventos respiratorios están mediados por el SNA [sistema nervioso autónomo] y se reflejan en la señal PAT®.La activación simpática causa cambios fisiológicos concurrentes que se reflejan en el PAT®: vasoconstricción y aumento de la frecuencia cardíaca (patrón recíproco).
Combinado con el teléfono móvil, este aparato es capaz de obtener un análisis mucho más profundo del sueño a lo largo de toda la noche. Los datos obtenidos por este aparatito se transmiten a la Sociedad que te contestará en unos días a tu correo electrónico con un estudio detallado con recomendaciones e incluso valores para mostrar a tu neumólogo para que este no parta de cero en un posible estudio más profundo.

Volviendo a la idea anterior, la industria ha logrado un aparato que nos permite medir valores de sueño de forma individual en nuestra propia casa. Un logro importante para la salud. Lo más curioso del caso es que este aparato, WatchPathONE, que destila calidad por todos sus poros hasta en su envoltorio, es desechable. ¡Desechable! Mirando precios en comercios aparecen precios de 169 euros que, claro, no debe ser el precio del aparato en sí, que es desechable, sino del estudio interpretativo de los datos obtenidos.

Somos capaces de fabricar estos aparatos para mejorar nuestra vida y también bombas para destruirla. No tenemos arreglo los homo sapiens. ¿Tenemos algo de sapiens?