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domingo, 13 de diciembre de 2015

CALENDARIOS



No hay nada como tener por delante dos horas de un tranquilo viaje en coche para que aniden en nuestra azotea superior las ideas más peregrinas. Con la familia dormida o durmiendo, que no es lo mismo como ya dijera Camilo José Cela en una de sus geniales intervenciones, y sin la posibilidad de poner en la radio mis podcast a los que últimamente soy adicto para no despertarles, un plácido momento de conducción por una autopista tranquila activan los pensamientos en direcciones insospechadas.

No sabría explicar  porque me vino a la mente la siguiente idea aunque quizá sea una consecuencia de mi reciente afición por la historia; no se trata de aprender fechas pero si es interesante ubicar cada período para tener un mapa esquemático de lo acontecido desde que hace 4.500 millones de años empezó a desarrollarse el planeta Tierra hasta nuestros días. Todo lo que ocurrió hace más de cinco o seis mil años queda un poco en la nebulosa, pues en esos momentos cuando al parecer se inicia la escritura y nuestros antepasados empiezan a dejar testimonios fehacientes de lo que ocurría. Para saber lo ocurrido con anterioridad tenemos que atenernos a los restos fósiles y conjeturar e interpretar mediante teorías y dataciones que era lo que estaba sucediendo.

La idea a la que me refiero es cómo y en qué momento se determinó establecer las fechas por delante o por detrás del nacimiento de Cristo. En ese preciso momento, en el día del nacimiento… ¿se dejaron de utilizar los calendarios existentes y se empezó uno nuevo? ¿Había calendarios? Una idea tonta pero que no me supe responder.

La facilidad de acceso a internet hoy en día, algo de tiempo y un mucho de interés pueden ser los ingredientes necesarios para enterarse casi de cualquier cosa. Cierto es que hay mucha morralla en la red, pero también hay piezas interesantes que profundos conocedores de los temas ponen a nuestra disposición. Un poquito de cuidado y olfato al seleccionar los temas y uno puede si no convertirse en un experto en el tema si al menos enterarse bastante bien de cualquier idea que vaya buscando.

Los calendarios más antiguos eran egipcios. Trataban por todos los medios de congeniar la vida diaria, especialmente de la agricultura, con el devenir del tiempo. La verdadera reestructuración y toma en serio del asunto de los calendarios corrió a cargo de Julio César, emperador romano, que dos años antes de su muerte, en el 44 «antes de Cristo» reordenó el asunto de los años, los meses, las nonas y demás aspectos de este mundillo. Pero ¿cómo podemos decir que fue en el año 44 antes de Cristo si este no había nacido ni se conocía nada de él aparte de algunas profecías? De estos reajustes queda la curiosidad de que los meses de julio y agosto tengan ambos 31 días, pues dedicados como estaban a los emperadores romanos Julio César y Augusto, no podían ser menos el uno que el otro. Julio César fue asesorado por Sosígenes de Alejandría que ya determinó que un año constaba de 365,25 días y además tuvo claro que había que renunciar a todo intento de hacer coincidir los meses con las fases lunares.

El hecho del nacimiento de Cristo pasó completamente desapercibido para la humanidad y más concretamente para romanos y judíos. Los hechos posteriores de su vida y el nacimiento de una nueva religión se fueron desarrollando durante los cinco siglos siguientes sin que a nadie se le ocurriera hablar en términos de «antes de Cristo» o «después de Cristo». Fue el papa Juan I quien alrededor del año 540 «después de Cristo» puso en manos de Dionisio, apodado el exiguo por su pequeñez, la tarea de poner un nuevo orden en estos asuntos. Tratábase de un matemático y astrónomo que supo fijar con bastante precisión el concepto de año estableciendo en 365,24219879 los días que la Tierra tardaba en dar la vuelta al sol. Pero …¿no quedamos en que la Tierra era el centro del universo y no se movía?

Tras las disquisiciones y estudios de este reputado matemático y por imposición de uno de los poderes fácticos de la época, el del papado, se impuso este sistema de hablar del tiempo fijando la existencia del 1 de enero del año 1 como base para todo lo relacionado con la datación, ajustando desde momento todas las fechas a este nuevo sistema. Bien es verdad es estudios posteriores plantean errores de cálculo y Jesús no nació ese teórico veinticinco de diciembre sino cuatro años antes, muriendo en el año 30 y no en el 33.

Tuvieron que transcurrir otros mil años hasta que otro Papa, Gregorio XIII, tomara cartas en el asunto y se decidiera de una vez por todas a arreglar los desajustes en el calendario y fijar el que tenemos en la actualidad, conocido como calendario gregoriano en su honor. La estructura sería la misma pero dejaría establecidos los años bisiestos y su forma de determinarlos. Por ello el día siguiente al 4 de octubre de 1582 fue el 15 de octubre de 1582, pero no en todos los países. Algunos adoptaron la «orden» papal de forma inmediata, como nuestro rey Felipe II que en aquella época lo era también de Portugal, por lo que en estos dos países, además de los Estados Pontificios, las fechas del 5 al 14 de octubre de 1582 simplemente no existieron. Algunos países tardaron años, siglos, en aceptar este calendario y no lo hicieron hasta bien entrado el siglo XX.

Estos desplazamientos en la aceptación de la orden papal plantean situaciones curiosas. Es por todos conocido el hecho de que dos grandes de las letras universales murieron un mismo día, 23 de mayo de 1616, en referencia a Miguel de Cervantes y William Shakespeare. Pero técnicamente esto no es cierto, dado que en ese año el calendario gregoriano estaba implantado en España pero no así en Inglaterra donde no fue adoptado hasta 1752. Por ello, el 23 de mayo de 1616 no era físicamente el mismo día terrestre habida cuenta de la discrepancia entre los calendarios que regían en ambos países.

Y todas estas curiosidades más algunas más que no transcribo para no aburrir al lector han sido consecuencia de una idea que me vino a la mente en un momento de soledad y aburrimiento en un viaje por una autopista tranquila mientras la familia dormitaba…