A
medida que se van cumpliendo años es obligado ir pensando en la retirada de
ciertas actividades que se vienen realizando. Haciendo una simplificación
dicotómica, las razones para ello pueden ser físicas o mentales. Hablando en
términos físicos, cuando me acercaba a la cuarentena y con gran pesar tuve que
decir adiós a mi actividad como jugador de fútbol que tanto placer me ha
proporcionado a lo largo de mi vida; una lesión de menisco y dos operaciones en
la rodilla aconsejaban no exponerse a problemas mayores y optar por otros
deportes alternativos sin tanto peligro de choque o posturas indeseadas. De ahí
surgió mi traslado a los maratones que llegué a finalizar en número de siete.
Problemas en la otra rodilla del mismo calado me han hecho olvidarme de los
maratones pero aún sigo teniendo mi carrerita tranquila y placentera los fines
de semana.
En
esta otra entrada titulada «RETIRARSE» de enero de 2011 comentaba otra retirada
que en principio pudiera tener un trasfondo físico, pero que realidad no lo
tiene. Podría seguir esquiando en mis condiciones físicas actuales, pero llegué
a la conclusión de que no me compensa todo lo que rodea a este deporte y como
se dice en el argot, colgué las botas y los esquís aunque tras un tiempo en el
trastero y debido a su antigüedad acabaron en el punto limpio.
En
estos momentos procedo a otra retirada. No tiene nada que ver con asuntos físicos
y por ello habría que ponerla en el saco de los mentales. No es una retirada
definitiva y podríamos asemejarla al corte de coleta que ejecutan los toreros
pero que aunque tiene visos de ser definitiva siempre permite una vuelta a los
ruedos.
Hace
ya casi dos meses, en diciembre de 2015, se celebraron las elecciones
generales en España. La fragmentación de diputados electos que se produjo tiene todavía a
estas fechas de mediados de febrero de 2016 unos visos de temporalidad que
mucho me temo podrían acabar en nuevas elecciones salvo que las numerosas
negociaciones que están teniendo lugar lleguen a puerto, si bien me resisto a
decir que sea bueno porque parece que los políticos se dedican más a restar que
a sumar actitudes poniendo por delante sus intereses de partido a los de los
ciudadanos.
Si
echamos un vistazo a la imagen que adjunta a esta entrada, podemos ver ciertos
datos que analizados con según qué perspectivas parecen curiosos, no digo de
risa, pero sí para llorar. Y la culpa de estos resultados no sólo la tiene la
tan cacareada Ley D’Hont, que tiene su parte, pero nadie habla de un concepto
tremendo y dantesco que son las circunscripciones provinciales. A la hora de
votar en el parlamento, el peso del voto
de los 350 diputados es igual, pero por aquello de que haya representantes de
cada provincia, el truco de las circunscripciones juega un papel fundamental que
desestructura el sistema.
Cada
cual que saque sus conclusiones de estos datos, pero yo digo que
momentáneamente me desconecto y que no cuenten conmigo para futuras elecciones
nacionales. Ya hace tiempo que no voto al Senado, sin comentarios, y desde
ahora no lo haré, salvo que cambie la ley, al Congreso. Me lo pensaré en las
Autonómicas y seguiré participando en las locales. Y alguien se preguntará por
las europeas, a lo que contesto que según me dé el día.
Algunos
pensamientos curiosos a resulta de esos datos. Hay más, pero no quiero
alargarlo. Queda claro que los votos de los españoles no valen lo mismo y
depende de dónde depositen su voto.
- Se especula siempre con el porcentaje de votos obtenidos sobre los emitidos. A mí me gusta más hacerlo sobre el censo total. Así, al Partido Popular, nos pongamos como nos pongamos, solo le ha votado efectivamente UNO de cada CINCO españoles. Por esta misma razón, al PSOE solo le ha votado TRES CUARTOS DE ESPAÑOL de cada CINCO españoles mientras que C’s llega raspando a MEDIO español de cada CINCO. No seguimos y especialmente omitimos a PODEMOS por el comentario en el siguiente párrafo.
- PODEMOS ha sabido tomar buena nota del sistema y aprovecharse de él. Al presentarse fragmentariamente, se ha aprovechado de las circunscripciones pues presenta los mismos números que C’s en su formación central pero el número de diputados obtenidos en sus satélites regionales ha sido altamente productivo.
- IU ha concurrido, ha vuelto a concurrir, a nivel nacional. Como en anteriores elecciones ha alcanzado el desastre: con más de 900.000 votos solo ha obtenido 2 diputados. Sin comparamos esto con por ejemplo, PODEMOS_EN MAREA, resulta que estos han obtenido el triple de diputados, 6, con la mitad de votos y no digamos si lo comparamos con EAJ-PNV que también ha sacado el triple, 6 diputados, con sólo un tercio de los votos de IU. Podemos seguir comparando hasta EH-BILDU que con menos de un cuarto de los votos ha conseguido el mismo número de diputados.
- No vamos a comentar el tema de los votos «nulos», que pueden haberse producido queriendo o sin querer y que no influyen pero si podemos llamar la atención sobre los «en blanco» que influyen en los contadores y pueden tener su parte de culpa en el millón y cuarto de votos perdidos al ir a parar a partidos que no han llegado al corte, aquí sí por los presupuestos de la Ley D’Hont. Resumiendo, digamos que el voto en blanco favorece a los más votados y castiga a los menos.
- Aunque en esto hay truco por la fragmentación, si unimos las formaciones de PODEMOS estas alcanzan 5,2 millones de votos por los 5,5 del PSOE, una cantidad parecida, pero no se parecen tanto los 90 diputados obtenidos por el PSOE a los 69 obtenidos por la juntura de PODEMOS.
Según
nos dicen esto es democracia, pero a mí me parece que un poco tendenciosa y
dirigida. Pero no nos extrañemos, ya era así en la antigua Grecia, la que
dicen cuna de esta forma de gobierno, pues ya allí había un par de familias que
alternaban en el mando y que se cuidaban muy mucho de cómo atacarse pensando en
la alternancia. Eso sí, dejaban algunas migajas para algunos solitarios que
dieran validez al asunto. Ahora esto se llama bipartidismo, aunque parece que
si no se ha acabado, las últimas elecciones le han dado un toque de aviso y los
que llevan 35 años en el machito han visto peligrar sus sillones. Ya lo dije en
otra entrada en este blog titulada «MEDROSÍA» en noviembre de 2011.