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domingo, 7 de mayo de 2023

«LINEZOLID»

¿Le suena a Vd. de algo la palabra que encabeza esta entrada, LINEZOLID? Espero que no. Yo no la conocía hasta esta semana y mucho me temo que no se me va a olvidar en lo que me reste de transitar por este mundo, sea el tiempo que sea. Cómo habrá podido suponer se trata del principio activo de un medicamento.

Mi hijo está sufriendo una infección insidiosa en una herida que tiene en el codo derivada de una fractura abierta ocurrida en un accidente hace ya tres meses. Ha pasado por varias fases y tras dos operaciones y algunas semanas ingresado en el hospital, el alta que el facultativo nos dio esta semana iba acompañada de un tratamiento en casa durante tres semanas con un principio activo denominado Linezolid. La prescripción es de dos pastillas diarias lo que supone un total de cuarenta y dos pastillas para los veintiún días de tratamiento

Hasta ahí nada nuevo o desconocido. El problema empieza porque ese medicamento no está a la venta en las farmacias, como otros muchos, sino que está restringido al uso hospitalario. Con el correspondiente informe bajé a la farmacia del hospital donde me prepararon las pastillas y me indicaron que pasase por caja para abonar el importe.

Hasta ahí todo correcto, ya digo, como en otras ocasiones. Pero cuando la amable señorita de caja me dice que tengo que abonar una cantidad cercana a los mil ochocientos euros, me quedé ojiplático y no caí de culo porque estaba sentado. La sorpresa fue mayúscula para los dos. La cosa quedo en suspenso hasta volver a contactar con el departamento de farmacia a ver si se trataba de un error —desgraciadamente no lo era— y hablar de nuevo con el médico a ver si había alguna alternativa.

Desde mi época de estudiante de psicología, he desarrollado una gran afición por la farmacología. Ya he comentado en este blog en anteriores ocasiones mi comunión con los medicamentos —como aficionado—, para lo que utilizo libros, apuntes, internet y… VADEMECUM, un portal que tiene toda la información sobre medicamentos y principios activos y está accesible para cualquiera desde este enlace. No hace falta estar registrado, pero si se efectúa el registro con nuestro correo electrónico se tiene el plus de conocer más detalles y entre ellos los precios. Y cuando dentro de poco tiempo quiten los prospectos de las cajas de medicamentos, mucho me temo que el acceso a este portal será más frecuente, si es que a alguien le importan los prospectos. Y ya se sabe, ojos que no ven... tortazo que te pegas.

Mientras esperaba al médico e iba asumiendo lo que parecía inevitable, traté de indagar algo sobre el temible (por su coste) Linezolid y el medicamento recetado, ZYVOXID 600 mgr.

Cómo se puede ver en la ficha, el precio de venta al público para el envase de 10 píldoras es de 424,95 euros, con lo que cada pastillita cuesta —no sé si lo vale— 42,49 euros. Con ello, quedaba claro que la cuenta que me presentaron en caja para abonar era correcta. El medicamento está incluido en la financiación del SNS – Sistema Nacional de Salud, pero al tratarse de un medicamento de uso exclusivamente hospitalario podría resultar gratis en el caso de tratarse de un hospital público.

El abandono con que nos obsequió la Sanidad Pública Madrileña en los momentos posteriores al accidente nos llevó a «tirar» de la Sanidad Privada, con lo que los medicamentos no están cubiertos salvo que te los recete tu médico de cabecera. Pero tu médico de cabecera no te puede recetar un medicamento de uso exclusivo hospitalario… Parecía que no había alternativa posible salvo que el médico, cuando le localizásemos, brindara alguna alternativa. Lo que no ocurrió.

Quedaba un cartucho en la recámara y era el ver si ese (maldito) principio activo, Linezolid, se encontraba en medicamentos de otros laboratorios de forma genérica a un precio menor. Nueva consulta a Vademecum…

... para constatar que hay siete laboratorios que dispensan el compuesto. Pero, sospechosamente, en todos ellos el precio de venta al público es… milimétricamente el mismo. ¿Se han puesto de acuerdo?

Ya por curiosidad se me ocurrió comparar el precio de este polvillo que supongo maravilloso con el precio del oro. Pues… andan a la par, pero es más caro el Linezolid de marras. Aunque el precio del oro fluctúa mucho, 1 gramo de oro cuesta hoy cerca de 65 euros. Un gramo de mi querido Linezolid cuesta 70,83 euros. A partir de ahora, en caso de querer invertir en algo habrá que pensárselo. Pero puestos a rascar un poco en este mundo proceloso de los precios de los medicamentos, los hay con precios tan estratosféricos que dejan al Linezolid como una vulgar chuche.

Y después de todo esto está la pregunta que uno se hace siempre cuando se enfrenta a un medicamento novedoso: ¿Causará efecto positivo? ¿Curará la herida? Si la herida se cura… ¿Habrá sido por la acción directa del Linezolid?