Buscar este blog

domingo, 14 de mayo de 2023

REVISIONISMO

Como parece que nos aburrimos, nos dedicamos a acometer tareas que según mi criterio no son importantes o al menos no lo son tanto como algunas otras más perentorias para la vida diaria. En los últimos tiempos hemos escuchado como algunos libros clásicos se están revisando e incluso reescribiendo para eliminar de ellos contenidos inapropiados. Por ejemplo, «La editorial de Agatha Christie reescribe algunos de sus libros para adaptarlos a “las nuevas sensibilidades”. Una comisión de “lectores sensibles” elegida por HarperCollins elimina y modifica referencias étnicas y descripciones físicas de las novelas del inspector Poirot y Miss Marple».

Esto está siendo en la actualidad muy frecuente en la Historia. Mi buen amigo y maestro Eduardo Juárez Valero nos habla en sus clases de historia y paleografía de otro concepto bastante similar: presentismo, definido por el diccionario como «Proyección de los valores del presente en el pasado». Ejemplos hay muchos, pero me viene a la cabeza el derribo de estatuas conmemorativas del pasado como el caso de la de Antonio López, Marqués de Comillas, retirada en 2018 de una plaza de Barcelona aludiendo a su pasado esclavista.

En este mismo orden de cosas y sin querer dar motivos a pensamientos torticeros, dentro de poco habrá que demoler la enorme cruz del Valle de Cuelgamuros y, ya puestos y por idénticas razones, no entiendo (sic) que hacen levantadas las pirámides de Egipto, aunque se dice que no fueron construidas por esclavos sino por ciudadanos colaborativos en sus ratos libres. La HISTORIA está ahí y tratar de cambiarla con este presentismo no tiene ninguna lógica.

Volviendo al tema del revisionismo, recibo esta semana un correo de BLOGGER, el componente de Google que posibilita, gratuitamente, este escrito y otros en este Blog. El correo, que me deja atónito, es el siguiente

Hola:

Como probablemente ya sabrás, nuestras normas de la comunidad (https://blogger.com/go/contentpolicy) describen los límites de los contenidos permitidos y no permitidos en Blogger. Nos han pedido que revisemos tu entrada "LetraPequeña". Hemos añadido una advertencia para los lectores antes de acceder a tu entrada, ya que incluye contenido sensible; se puede acceder a la entrada, pero los visitantes de tu blog tendrán que aceptar la advertencia para poder leer la entrada o el blog.

¿Por qué hemos añadido una advertencia para los lectores antes de acceder a tu entrada de blog?

Hemos evaluado tu contenido según nuestra política de contenido para adultos. Para obtener más información, visita la página de normas de la comunidad, cuyo enlace encontrarás en este correo.

Añadimos mensajes de advertencia a las entradas que incluyen contenido sensible. Si quieres que se revise el estado de tu contenido, actualízalo para que cumpla las normas de la comunidad de Blogger. Después de modificar el contenido, puedes volver a publicarlo… Al hacerlo, se activará una revisión de la entrada.

Para obtener más información, consulta los siguientes recursos…

He comprobado que cuando se intenta acceder a aquella entrada aparece el mensaje de aviso que encabeza estas letras y que hay que aceptar para poder seguir. La cara de perplejidad que se me ha puesto viene derivada de un hecho ocurrido el domingo pasado. ¿Casualidad? ¿Coincidencia? Nunca lo sabré. Empezaré por decir que la entrada aludida es de marzo de 2014… ¡hace casi diez años! Por más que me he leído de arriba abajo y de izquierda a derecha las normas aludidas por Google, no encuentro la razón que ha motivado que tras una revisión el contenido haya sido marcado como inadecuado, con lo que tengo muy difícil arreglarlo.

Dice en el correo y lo he remarcado yo en negrita que «nos han pedido que revisemos»… ¿Quién? ¿En base a qué? Supongo que algún lector se puede haber sentido ofendido por algo que pone allí. Pero el caso es que el domingo pasado, en una reunión con unos amigos salió a relucir una frase —que no reproduzco no vaya a ser…— que es precisamente la que encabeza la citada entrada. Se trata de un refrán o proverbio castellano, machista en estos días, pero muy utilizado hace cincuenta años cuando yo lo aprendí de mi jefe en mis primeros trabajos como administrativo en una oficina bancaria.

Los cuatro que participábamos en la conversación sobre la frase de marras teníamos consigo nuestros teléfonos móviles ¿Nos estaba escuchando Google? Uno ya no sabe qué pensar, pero la coincidencia en el tiempo es cuando menos sospechosa. Cómo nada ni nadie nos lo va a aclarar, nos quedaremos con la duda, pero ya se manejan demasiados interrogantes sobre estos hechos. Lamentable.

Lo curioso del caso es que esa frase, suponiendo que sea esa la causante, ha sido utilizada en este blog en (muchas) más ocasiones. ¿Me llegarán más avisos para otras entradas? ¿Cúal es la norma o normas que, concretamente, infrinjo? Y quiero dejar constancia de que yo no soy el único que utiliza esa frase, aclaro que es un refrán o proverbio, en los blogs de Blogger-Google concretamente ¿Serán advertidos otros blogueros también?