Buscar este blog

domingo, 12 de enero de 2025

Julia/Raquel

¿Quién es esta Raquel Eniax que se pone en contacto conmigo a través de mi WhatsApp? A la vista del wasap de la imagen parecería una empleada de la empresa Laboratorios Analiza que me informa de la situación de mis pruebas analíticas sanguíneas. Pero aquí hay gato encerrado porque yo conozco otra Eniax, Julia —¿la misma? ¿su hermana?— desde hace ya unos años como usuario del Hospital HLA Universitario Moncloa de Madrid que mediante mensajes SMS a mi teléfono y correos electrónicos me recordaba mis citas y me pedía confirmación de asistencia. Hay que reconocer que la chica era, y sigue siendo, un poco pesada, pero todo sea por reducir el ausentismo en citas en entornos médicos u hospitalarios.

¿Hay varias que se llaman igual? Esta semana ha aparecido otra en mi wasap con el mismo apellido para cuestiones parecidas del laboratorio de Análisis Clínicos Analizalab. ¿Se trata de la misma persona? No, porque no es una persona sino un robot perteneciente al Grupo ENIAX, «una compañía de origen latinoamericano, que utiliza inteligencia artificial (IA) para reducir el ausentismo de pacientes en entornos médicos y hospitalarios».

Leyendo el mensaje de wasap hay que reconocer que está muy bien hecho. Cualquier persona que no sepa de que va el asunto se puede creer que está hablando e interaccionando con una empleada que nos informa y contesta a nuestros mensajes de forma natural y (muy) correcta.

Si nos ponemos exquisitos… ¿he autorizado yo a Analizalab el uso de mi número de móvil para fines comerciales o para ceder mis datos a terceros? Me entra la duda si en el minúsculo recibo que firmas con tu DNI y tu teléfono para obtener el número del proceso está en la famosa letra pequeña esta autorización. Me fijaré bien la próxima vez, aunque me temo que me va a dar igual. Lentejas, que diría un castizo.

Según noticias en diarios especializados en asuntos médicos… «a escala global, el 20% de los pacientes no asiste a la consulta con el médico. Un problema que provoca retrasos en la atención sanitaria. Cuando las agendas de un centro médico (especialmente las de alta latencia) se gestionan con la máxima eficiencia, se liberan hasta un 50% de los huecos, permitiendo atender a más pacientes optimizando el tiempo».

Con estos asuntos vuelve de nuevo la controversia esa de pagar justos por pecadores. Yo NO NECESITO, y NO QUIERO, que me recuerden mis citas médicas, ni de otro tipo, porque ya me ocupo yo muy activamente de apuntarlas y recordármelas con las numerosas posibilidades manuales (agendas) o electrónicas (móviles) que tenemos hoy en día a nuestra disposición. Nos están convirtiendo en unos dejados que vamos a acabar confiando nuestra vida a que nos recuerden las cosas, algunas veces de forma machacona. Pero para gustos hay colores y habrá quién prefiera desentenderse y que le avisen. Así que haría bien esa «inteligencia» artificial, primero, pedirme autorización para ponerse en contacto conmigo y a continuación preguntarme si quiero o no avisos. Pero no, a machacar tocan. Ajo, agua y resina, como viene siendo lo corriente hoy en día; para qué primero pedir permiso (PPP) si luego, en su caso y después si llega la ocasión, puedo pedir perdón (también PPP).