De
siempre me ha parecido que la compra por correo era un gran avance que permitía
acercarse a tiendas o almacenes de una manera cómoda sin importar la distancia.
Por poner un ejemplo que tiene ya muchos años, una de mis primeras compras de
este tipo, además en el extranjero, tuvo lugar a mediados de los años 80,
concretamente en octubre de 1985, fecha que recuerdo con nitidez por estar
asociada a un evento familiar importante, en que hice una encargo de varios
productos a la casa inglesa Mothercare, en Londres. Fue un poco complicado el
obtener un talón bancario en libras esterlinas para proceder al pago pero
salvado este escollo todo funcionó con absoluta normalidad y recibí el paquete
con los artículos encargados sin problemas.
La
compra a distancia, por correo o ahora por internet, está basada en una confianza mutua entre el comprador y el
vendedor además de canales de envío adecuados que satisfagan a ambos. Una serie
de envíos y las opiniones de los usuarios validan el circuito y animan a otros
a adentrarse en este mundillo que comporta innumerables ventajas. Hoy en día y
basándose en el soporte de internet y los medios de pago electrónico, comprar
cosas en cualquier parte del mundo es coser y cantar. Determinadas empresas que
permiten este tipo de compra se han ganado mi confianza, como por ejemplo PCCOMPONENTES o AMAZON al tiempo que otras la han perdido como PIXMANÍA, no
solo por el propio hecho de la compra sino por los posteriores inconvenientes
en caso de surgir problemas, cuestión que me ha ocurrido con las tres
mencionadas y han sido resueltas de forma rápida y satisfactoria por las dos
primeras y de forma insatisfactoria o mejor y simplemente no resueltas por la
tercera.
Salvada
la potencia e inmediatez de la red a la hora de acceder a los artículos, sus
características, sus prestaciones y sus precios, el quid de toda esta cuestión
está en varios asuntos colaterales que para mí se revelan como primordiales:
· La
disponibilidad o no del artículo deseado en los almacenes de la empresa para
proceder a su envío inmediato o en caso contrario información precisa de los plazos estimados de disponibilidad, sin
irse por las ramas ni engañar.
· La
posibilidad de pago por diferentes medios electrónicos seguros, entre los que
cito los que mayormente utilizo yo, como son las tarjetas de crédito
recargables o Paypal, que me ha demostrado en más de una ocasión su garantía en
temas de intermediación y disputa por envíos no adecuados o que no han llegado
a su destino.
· El
canal de envío, un tema de vital importancia para mí. Si bien en años pasados
como el ejemplo que he relatado al principio de esta entrada solo existía el
correo postal, ahora la diversificación es absoluta, y a este asunto, el envío,
quiero dedicar la última parte de esta entrada con algunas reflexiones.
Uno
de mis problemas fundamentales es el «no estar en casa» de forma continuada. En
los primeros tiempos de los envíos por mensajero o «courier», el día que tenía
que recibir un paquete era un día de secuestro y además, siguiendo las leyes de
Murphy, la entrega llegaba justo en ese momento que habías salido cinco minutos
a comprar el pan, con lo cual el porteador daba la lata a algún vecino o
simplemente te dejaba la notita y se largaba. En una ocasión, con motivo de una
tarjeta SIM telefónica que necesitaba, me tocó hacer ochenta kilómetros de ida
y otros tantos de vuelta hasta un polígono industrial de la periferia de Madrid
para poder recoger personalmente el envío.
En
mis primeras compras con PCCOMPONENTES vi con satisfacción como esta empresa ampliaba su red de distribución incorporando a CORREOS como empresa
distribuidora, no solo para el envío al domicilio sino ofreciendo la
posibilidad de utilizar como destino la propia oficina de Correos. Un correo electrónico
te avisaba de la disponibilidad y solo tenías que acercarte a la oficina
elegida a recogerlo. Este mecanismo me ha permitido comprar cosas estando de
vacaciones en la playa. Pero con el tiempo PCCOMPONENTES retiró este sistema de
envío, supongo que por razones crematísticas, volviendo al único sistema del
envío solo por mensajero. Consecuentemente, yo he dejado de comprar cosas en
esa plataforma porque no estoy dispuesto a estar secuestrado en mi casa a la
espera del paquete.
Antes
de comentar el sistema o sistemas de AMAZON, decir que otras empresas se están
poniendo las pilas e ingeniándoselas al utilizar por ejemplo gasolineras o
incluso taquillas en zonas comunes como estaciones de metro o universidades a las
que los usuarios pueden dirigir sus paquetes. Un código electrónico enviado al
usuario por correo o vía SMS permite a este dirigirse en el momento en que le
cuadre mejor y abrir la taquilla para recoger su pedido. No se pueden dar más
facilidades.
Esta
semana he ido personalmente a un par de tiendas a comprar un atril para mi
ordenador portátil, uno concreto y no precisamente barato. No lo tenían en
ninguna y he recurrido a internet. Entre los sitios vistos que lo tenían
disponible estaba AMAZON. Esta empresa ha diversificado sus sistemas de envío y
además de los dos descritos, mensajería y Correos en el domicilio o en la
oficina, admite determinados comercios en las localidades a los que dirigir los
pedidos. Yo he utilizado este sistema en mis últimas adquisiciones a mi entera
satisfacción, pues puedo pasarme por la tienda elegida en el horario comercial
de la misma, lo que para mí representa una comodidad.
Pero
no todo es de color rosa. Cuando puse el atril en mi cesta de compra, procedí
con la misma y elegí como punto de entrega la tienda, el «sistema» me dice que
ese punto de entrega no es posible para esa compra concreta. ¿Cuál es la razón?
Estaba comprando un artículo de otra empresa «a través de» AMAZON y tiene toda
la pinta de que esa empresa, que no AMAZON, no admite envíos que no sean por
mensajero y al domicilio.
En
fin una venta que han perdido por el asunto del envío.