Hay
ciertas asignaturas que parecen estar siempre pendientes si hablamos del común
de los españoles. Bien es cierto que las nuevas oleadas de jóvenes parecen más
concienciadas de una de ellas, el idioma inglés, pues se han dado cuenta de que
hoy en día es imprescindible en el mundo laboral, tanto si tienen la suerte de
encontrar empleo en España como si quieren, o se ven forzados, salir al
extranjero en busca de una ocupación. Otra asignatura pendiente, y es a la que
me quiero referir hoy, es la de hablar en público.
Últimamente
asisto a multitud de conferencias, charlas, presentaciones de libros y
actividades similares, y me doy cuenta de las dificultades que tienen gran
parte de los conferenciantes a la hora de comunicar sus experiencias. A poco
que uno se haya preocupado de ciertos aspectos de la comunicación, es fácil
detectar ciertas señales en los oradores que denotan su falta de preparación,
cuando no un nerviosismo y unas formas que hacen de la charla un
verdadero suplicio, tanto para el que habla como para el que escucha.
Curiosamente
y hablando en general, los americanos no tienen este problema. ¿Por qué? Muy
sencillo: desde la escuela en sus primeros años cultivan este arte de hablar en
público. En la muy recomendable película «Siempre a tu lado (Hachiko)», en su
versión moderna de 2009 dirigida por Lasse Hallström e interpretada por Richard
Gere, podemos ver al inicio de la misma un alumno en un colegio ejecutando el
programa escolar americano denominado «Show and tell». En la entrada «SHOW&TELL»
de marzo de 2013 ya hacía comentarios sobre este asunto y cómo intenté convencer a una tutora
de mi hija en su colegio que tuvo una cierta acogida inicial para diluirse de
forma paulatina.
Hablar
en público es todo un arte. Y difícil por lo demás. Yo he tenido alguna necesidad
en mi vida laboral y alguna oportunidad fuera de ella de dirigirme a una
audiencia. Pero como digo he asistido y sigo asistiendo a muchas conferencias y
clases en la actualidad y de todo se aprende. No solo se trata de lo que se está
comunicando, sino otras muchas cuestiones que rodean al acto y que los
conferenciantes, y muchas veces los organizadores del acto, no tienen en cuenta
ni sienten la mínima preocupación por ello.
Hay conciencia
del problema, pero no parece que los programas tengan eco entre el público. En
las últimas semanas he leído un libro y he seguido dos programas sobre el asunto, gratuitos, que me
han parecido muy interesantes y de los que haré un breve comentario a
continuación por si son de interés. Hago la advertencia de que tener
conocimiento de estos programas cuando uno es oyente puede ser
contraproducente, pues se está más sensible a lo que rodea al acto y a la
actitud del orador, permitiendo detectar defectos, pequeños o grandes, en la
comunicación. Con ello también se aprende; hay que ser como los búhos, «fijarse»
mucho en los demás, que es la base del aprendizaje vicario.
En cuanto al libro, se titula «Convence y vencerás» y está escrito por cinco autores liderados por Antonio Fabregat, orador que participa y ha gana campeonatos mundiales de debate en 2015 y 2016. Se trata de un libro estructurado y muy práctico, que relata cómo construir el mensaje y como ejecutarlo, amén de algunos pasos más allá para perfeccionar nuestra técnica como oradores. Muy interesante la disección que ya hacían los clásicos sobre este asunto en Exordium, Narratio, Divisio, Confirmatio, Refutatio y Peroratio.
Uno de los programas está patrocinado por BBVA, en colaboración con Grupo Santillana y El País, y dirigido a los chavales o jóvenes y encuadrado dentro del programa «Aprendamos juntos». Se titula «Mucho más que hablar» y puede accederse en este enlace. Se trata de «una metodología eficaz, sencilla y divertida para ayudar a niños y adolescentes a conseguirlo. Un proyecto para impulsar que todos los niños encuentren al orador que llevan dentro». Yo, que ya no soy ni un niño ni un adolescente, lo estoy siguiendo con interés y, salvando las distancias de las formas y los lenguajes dirigidos a un público infantil, siempre se aprenden cosas. Muy recomendable.
Uno de los programas está patrocinado por BBVA, en colaboración con Grupo Santillana y El País, y dirigido a los chavales o jóvenes y encuadrado dentro del programa «Aprendamos juntos». Se titula «Mucho más que hablar» y puede accederse en este enlace. Se trata de «una metodología eficaz, sencilla y divertida para ayudar a niños y adolescentes a conseguirlo. Un proyecto para impulsar que todos los niños encuentren al orador que llevan dentro». Yo, que ya no soy ni un niño ni un adolescente, lo estoy siguiendo con interés y, salvando las distancias de las formas y los lenguajes dirigidos a un público infantil, siempre se aprenden cosas. Muy recomendable.
El
otro programa es un curso MOOC (Masive
open online course) titulado «Cómo hablar bien en público». Ya me he referido
en otras entradas de este blog a este tipo de cursos, como por ejemplo en la
entrada titulada «MOOC» de junio de 2014 y accesible desde este enlace. En este caso está disponible en la
plataforma COURSERA, auspiciado por la Universidad Autónoma de Barcelona y
dirigido por Manuel Pimentel Salas. Es un curso de cinco semanas de duración,
gratuito sin certificado y con un pequeño coste si se quiere certificado y se
superan las pruebas. Toda la información del mismo puede consultarse en este
enlace. Me ha resultado extremadamente interesante
y práctico, con algo más de cuatro horas de vídeos y con documentación y
ejercicios prácticos que sin duda repasaré en el futuro.
Además
de ello, para gente interesada, hay numerosos tutoriales en plataformas como
Youtube, Vimeo o similares, aunque como siempre ocurre en la red podamos
encontrarnos de todo: bueno, regular y malo. Muchos de los conferenciantes que
incluso se ganan la vida con ello harían bien en preocuparse de adquirir
formación en este asunto para mejorar sus comunicaciones y todo lo que las
rodea. Ganarse la atención del público es fundamental para que cale el mensaje.