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domingo, 18 de junio de 2023

AHÍTO [ACP.3]

 

La imagen es un pantallazo de la bandeja de entrada de mi correo personal del pasado miércoles en un plazo de menos de dos horas. Estoy ahíto o, en román paladino, hasta los cataplines. Y lo peor del asunto es que poco o nada puedo hacer. Si hubiera un referéndum sobre el coste de los correos electrónicos emitidos, yo votaría que sí. Ahora sale gratis inundar la red de correos a diestro y siniestro, muchos de ellos no solicitados.

Alguien, estoy empezando a pensar que queriendo, ha facilitado mi correo a un portal de esos generalistas que proliferan y se dedican a hacer indagaciones masivas y comparativas por la red sobre temas de billetes de avión, viajes, alquileres o… préstamos. Y desde hace un par de semanas, literalmente, me están breando: no hago otra cosa que marcar decenas de correos entrantes como spam, lo que no evita recibirlos, aunque acaben en la bandeja de correo no deseado.

  Vienen de los sitios más variopintos, todos con una aureola de profesionalidad y autenticidad que engañaría al más pintado. Lo único es que ni he pedido ni necesito por el momento ningún préstamo y en caso de necesitarlo no recurriría a sitios tan dudosos como los que me asaltan por correo electrónico. Fíjense el texto de uno de ellos, dirigido a una tal Yolanda Samaniego que, evidentemente, no soy yo:

Hasta 50000€ y despega.

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El apoyo que buscas

Tu actitud es la correcta, eres de cumplir tus ideas y sabes que el mejor momento para hacer las cosas siempre es ahora. Ayer ya es parte del pasado y mañana puede ser demasiado tarde. Para todo lo que te plantees, tener un respaldo económico que nos cubra puede ser fundamental. Tenemos ambiciones, queremos tener una vida cada vez mejor, y hacer las cosas con la planificación adecuada ayudarán.

Sabemos que es complicado hacer todo esto por ti mismo, y un poco de ayuda se antoja fundamental en estos momentos. Fintonic entra en escena para respaldarte en tus situaciones importantes. Por surte, muchas se solucionan simplemente con dinero, y haremos lo posible para ayudarte a conseguirlo. Para respaldar tus proyectos y mucho más, ponen a tu alcance cantidades entre 3 000€ y 50 000€ para que tú decidas tu propio rumbo y tengas el control.

Si ha recibido este correo electrónico, es porque se ha suscrito para recibir comunicaciones de marketing relacionadas a los productos financieros que proporcionan nuestros socios. Para darse de baja, haga clic anular suscripción.

Yo no me he suscrito a nada. Hay una cuestión que creo ya comentada en este blog con los nombres de los correos electrónicos, especialmente el «gratuito» Gmail: los puntos se ignoran y las mayúsculas y minúsculas son intercambiables. Así, a modo de ejemplo, un correo como juan.gomez.perez@gmail.com se puede escribir con mil combinaciones diferentes tales como  Ju.AnGomEZ..P.E.R.e.z.@gmail.com o juanGOMEZperez@gmail.com  a sabiendas de que alcanzará su destino de la misma forma que el original. ¿Es posible que sea esto lo que ha ocurrido? Mi correo es mi nombre y primer apellido separado por un punto y los que me llegan vienen con todo junto, sin los puntos.

En algunas de las páginas —he estado jugando con tres— hasta me han dado de alta con nombre, domicilio, teléfono y demás datos, por supuesto incorrectos ¡menos mal! He podido acceder, cambiar la clave y fisgar por ahí, aunque todo ello puede ser peligroso y no es recomendable hacerlo sin protección como un buen antivirus y una VPN.

Si se fijan en detalle en la imagen de entrada, una de las líneas resaltadas apunta a un correo procedente de CREDITON, por cierto, radicada en un país del este. Es la única, hasta ahora, que parece querer hacer lo que profesionalmente se debería hacer con cualquier correo electrónico antes de utilizarle: VERIFICAR que es correcto y que su propietario REALMENTE QUIERE suscribirse al asunto que sea con ese correo. Pero para ello hay que pinchar en un enlace, acción que nunca deberíamos hacer. La pescadilla que se muerde la cola.

Si buscamos CREDITON en la red veremos cientos de mensajes de usuarios cabreados y timados.

Son unos ****. Te hacen un descuento en la cuenta de o,99€ para confirmar que tu tarjeta es válida y después en unos días te pasan 19,99 y te dicen que aceptables todo que tiene pruebas y no te devuelven el dinero. Lo ponen en la letra pequeñita que no lo lee ni Dios.

Te hacen un cobro de 99 céntimos le das permiso con tu tarjeta y unos días más tardes te quitan de tu tarjeta 19,99 euros sin tu permiso y dice que no te lo devuelven

Se trata de una empresa intermediaria, que gestiona la búsqueda de préstamos y por ello te cobra, y bien, nada ilegal ni irregular, aunque nunca llegarás a nada con ellos salvo vaciar tu tarjeta de crédito en pequeñas cantidades así mismo legales hasta que canceles la tarjeta; no hay otra salida al parecer.

Cuando comentas esto con algunos amigos te dicen que lo que tienes que hacer es darte de baja de una suscripción a la que no te has suscrito. Pero, para hacerlo, hay que hacer CLIC en un enlace cuando menos sospechoso… ¡A ver quién se atreve!

Y cómo saben que existe lo de marcar los correos como spam, utilizan las técnicas mas variopintas para evitarlo. No parece que haya otra salida que aguantar el chaparrón… o dar de baja mi correo personal que vengo utilizando desde 2007. Tengo que reconocer que he tratado de darme de baja y utilizar otro correo (por supuesto no gratuito y no de Gmail), pero en la práctica no es factible y realmente imposible porque hay cuestiones incluso oficiales conectadas a ese correo electrónico que no puedo o no es fácil obviar.

Hace ya cuatro años tuve un encontronazo de este tipo y con empresas que podíamos catalogar como «serias»: Telefónica Consumer, Uber, Mapfre… Quedó reflejado en las entradas «eSOBRESALTO» y «VALIDANDO…» de este blog.

Y por terminar aclarando lo de la acepción 3 del vocablo ahíto, el diccionario nos dice que estar «cansado o fastidiado de alguien o algo».